Ronnie Wallwork era un central duro pero con buena salida de balón. Tanto es así que alternaba su posición en el centro de la defensa con la de mediocentro, siendo uno de los miembros más destacados de las categorías inferiores del Manchester United. Titular con la selección inglesa sub-20 que jugó el Mundial Juvenil de Malasia, en el que compartió vestuario con Michael Owen, Jamie Carragher o Kieron Dyer, Wallwork tenía por delante un futuro a priori brillante. Su peor enemigo era él mismo. De carácter conflictivo, dentro y fuera del campo, Wallwork no era lo que se dice un angelito.
Con todo, el eterno entrenador de los “Red Devils”, Sir Alex Ferguson, había depositado bastantes esperanzas en él, así que le hizo debutar el 25 de octubre de 1997 ante el Barnsley, a los 20 años de edad. Como es habitual en los equipos ingleses, el United cedió a nuestro protagonista a diversos equipos para que se fogeara: Carlisle, Stockport y, por último, a un equipo belga con el que tenían un acuerdo de colaboración, el Royal Antwerp. En Bélgica, Wallwork hizo bien su trabajo y se implicó a fondo con el equipo, cuyo objetivo era ascender a la primera división del país, objetivo que después de una gran temporada dependía de un partido de promoción, una final digamos, contra un club llamado La Louvière. El partido lo ganaron estos últimos y por tanto ascendieron, siendo el culpable de esta situación, según el nada sesgado criterio en caliente de Wallwork, el árbitro, así que tomándose la justicia por su mano, le agarró del cuello y le golpeó.

Tras este turbio episodio, Wallwork volvió a la disciplina del United y Ferguson empezó a darle minutos en el primer equipo. Así, en dos temporadas, logró ganar la Intercontinental y la Premier League. Aun así, su carrera se estancó un poco y, entre su difícil carácter y la llegada de jugadores como Laurent Blanc en defensa o de ‘la Brujita’ Verón en el medio, el Manchester United decidió que era el momento adecuado para darle salida.
Así, Wallwork aterrizó en el West Bromwich Albion, un equipo que desde el primer momento le dio responsabilidades y confianza, y en el que se convertiría en pieza clave, logrando incluso el trofeo al mejor jugador de la temporada en 2005. Años después, sacaría un dinerillo vendiendo sus equipaciones de la época a través de la web de subastas eBay.
Pero los años dorados no iban a durar para Ronnie Wallwork. Dos temporadas más tarde era cedido al Barnsley, debido a un bajón en su rendimiento. Cuando sólo llevaba dos partidos con su nuevo equipo, una noche de copas en el Sugar Lounge de Manchester se iba a convertir en el principio del fin para el bueno de Ronnie Wallwork. El exnovio de su pareja, en un ataque de celos, le apuñaló repetidas veces en la pierna, abdomen y espalda. La recuperación fue dura y, pese a intentar volver a jugar en equipos como el Huddersfield o el Sheffield Wednesday, en 2008 decidió poner fin a su carrera como futbolista, emprendiendo diversos negocios, todos turbios y poco exitosos.

En octubre de 2014, Wallwork firmó con el Ashton United, club de la séptima división inglesa en el que jugó un par de partidos la leyenda del Everton Dixie Dean antes de estallar la Segunda Guerra Mundial. El sentir por su fichaje se puede resumir en el tweet de un aficionado del Ramsbottom United, club rival, que escribió: «He oído que el Ashton ha fichado a Ronnie Wallwork. Creo que dejaré mi coche en casa cuando venga a jugar aquí».
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