Premier League
Swansea | 1 |
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Everton | 2 |
Ficha técnica |
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1 – Swansea: Tremmel, Tiendalli, Davies, Cañas, Chico, Williams, Hernández, De Guzmán (Pozuelo, 86), Bony (Álvaro, 76), Shelvey, Routledge (Lamah, 66). |
2 – Everton: Howard, Coleman, Oviedo, Barry, Jagielka, Distin, Mirallas (Osman, 78), McCarthy, Lukaku, Barkley, Pienaar (Naismith, 78). |
Goles: 0-1, m.66: Coleman. 1-1, m.70: Oviedo. 1-2, m.84: Barkley. |
Desde el comienzo del encuentro, ambos equipos se mostraron bien plantados en el campo, sin ofrecer facilidades al rival. Poco a poco, el Everton fue ganando metros y con la elevada presión logró dificultar la salida del balón del Swansea y hacerse con el control del partido. Sin embargo, el control de la posesión que acostumbra a tener el conjunto de Roberto Martínez no se tradujo en ocasiones claras de peligro y, pese a no dominar el encuentro, el Swansea no sufrió en exceso en los primeros cuarenta y cinco minutos.
En el tramo final de la primera mitad, el Everton bajó la intensidad de la presión y el Swansea encontró mayores facilidades para salir con el balón controlado y decantó la posesión a su favor. Aún así, el juego de la primera parte se produjo casi en su totalidad en el centro del campo y los jugadores más ofensivos de ambos equipos, Wilfried Bony y Romelu Lukaku, apenas entraron en la dinámica del partido. Concluyó así el primer tiempo, sin ocasiones claras de gol y sin que los porteros de ninguno de los dos equipos tuvieran que intervenir.
Tras el descanso, el equipo local intentó llevar la iniciativa en el juego, pero el Everton, dirigido por su doble pivote formado por Gareth Barry y James McCarthy, no tardó en imponer su superioridad. El Everton empezó a encontrar espacios y las vertiginosas transiciones ofensivas comenzaron a sucederse, encabezadas por Ross Barkley, que no se mostró acertado en la definición. La ocasión más clara partió de las botas del mencionado Barkley, que recorrió todo el campo rival sin oposición y su potente disparo desde la frontal fue despejado de gran manera por Gerhard Tremmel, sustituto del lesionado Michel Vorm. Apenas un minuto después, en el 65, el Everton consiguió hacer efectiva su superioridad gracias a un potente disparo del lateral Seamus Coleman ante el que nada pudo hacer Tremmel. El irlandés fue una pesadilla constante por la banda derecha y uno de los mejores jugadores del encuentro.
Todo parecía de cara para el Everton, en su mejor momento y con el resultado a favor y con un Swansea que daba muestras de estar noqueado. Pero cinco minutos después del gol del Everton, un remate dentro del área de Dwight Tiendalli que se marchaba fuera golpeó en la pierna de Bryan Oviedo despistando a Tim Howard, que nada pudo hacer para evitar el empate.
El Swansea se había encontrado con un inesperado empate y el Everton veía escapar dos puntos valiosos. Todo apuntaba al empate cuando Barkley y su magnífica pierna derecha lo impidieron. Ya en el minuto 83, el mediapunta inglés colocó un lanzamiento de falta muy ajustado al larguero para hacer inútil la estirada de Tremmel.
En los últimos minutos del partido, el Swansea buscó a la desesperada el empate y se volcó sobre la portería rival. Howard, que apenas había tenido trabajo en todo el encuentro realizó dos brillantes intervenciones ante los disparos de Pablo Hernández y de Roland Lamah.
El Swansea alarga la nefasta estadística de no haber ganado nunca al Everton en competición oficial y se mantiene en la zona templada de la clasificación con 20 puntos. Por su parte, el Everton no pierde fuelle y se coloca provisionalmente en puestos Champions, aguantando el pulso a los teóricamente favoritos para hacerse con esos puestos.