Ryan Bertrand es uno de los pocos jugadores del Chelsea que procede de las categorías inferiores del club y no de la cartera de Roman Abramovich. El joven inglés logró conquistar la Champions League en su primer partido en la competición. Algo para lo que Frank Lampard, Petr Cech, Ashley Cole, John Terry y Didier Drogba han necesitado un total de 443 partidos.
Titular indiscutible en el lateral izquierdo de la selección inglesa sub-21, Bertrand solo había jugado 12 partidos esta temporada antes de la final de la Champions League. Pero un cúmulo de sanciones y lesiones, sumado a la valentía (o al miedo) de Roberto Di Matteo provocaron que fuera titular en el Allianz Arena.
«Hice un esfuerzo por olvidar que era la final de la Champions League y vivirlo como cualquier otro partido», confesó Bertrand. «Pero antes del partido, intentando prepararlo, acudían a mi mente todas esas imágenes. Imágenes de los lugares donde he estado y de donde vengo».
«Pensé en mi hermano en Peckham (una de las zonas más humildes de Londres, de donde también proceden los hermanos Ferdinand) y en torno a Bermondsey. Recuerdo jugar a fútbol en la parte de abajo de esos pisos. Las paredes estaban llenas de graffitis y había un letrero que decía: No jugar con balones. Eso significaba «juguemos a fútbol aquí».
Bertrand fue fichado con nueve años por el Gillingham. La forma en que abandonó el club para irse al Chelsea sigue doliendo en Gillingham. «Es sintomático del abuso que sufren los clubes pequeños por parte de los de la Premier League», se quejó Paul Scally, presidente del Gillingham.
El fichaje y posterior desarrollo de Bertrand, que costó unas 125.000 libras, es uno de los pocos éxitos del fútbol base del Chelsea. Tras irse cedido a Bournemouth, Oldham, Norwich, Reading y Nottingham Forest, ya se ha asentado como el recambio de Ashley Cole en el lateral izquierdo.
Y sin embargo, Bertrand debutó como centrocampista, demostrando su versatilidad. Aunque intervino poco en el juego, contribuyó a frenar la amenaza de Arjen Robben por ese costado y ocupó la posición de Cole cuando este se lanzó al ataque.
«Ashley es el mejor lateral izquierdo que existe», dijo Bertrand. «He aprendido mucho de él tanto dentro como fuera del campo. Es un tipo fantástico. No sé si podré reemplazarle cuando ya no esté, en ocasiones me he preguntado si sería capaz».
No supo que jugaría hasta pocas horas antes del partido. «Tuvimos una pequeña sesión de vídeo la tarde antes del partido», explica. «Había mensajes de todas las familias». Entre ellas, la del propio Bertrand. «Roberto me llevó aparte y me preguntó quiénes eran. Primero aparecía mi abuela y mi hermano diciendo «buen trabajo y buena suerte a todo el equipo» y luego aparecía toda la familia, lo cual fue un poco embarazoso. Al final me dijo «juegas de inicio esta noche».
«Las palabras no bastan para describirlo. Me ha demostrado auténtica confianza en mí. Muchos jugadores no llegan jamás a una final de la Champions League, y mucho menos a ganarla».