Pasa a octavos de Copa el West Ham pero no sin sufrir en Ashton Gate, ya que hasta el último suspiro no pudo decantar la eliminatoria a su favor. El Bristol City de Steve Coterill puede marcharse a casa con la cabeza bien alta pues, sin cuajar un gran partido, hicieron sudar a los de Sam Allardyce.

 

Apretó más el Bristol City en una aburrida primera parte. El equipo de Coterill intentó sorprender a los de la capital y se hicieron con la pelota. En el minuto seis ponían en serios aprietos a los visitantes cuando un remate de cabeza a la salida de un córner de Aden Flint lo tenía que sacar bajo palos Mark Noble cuando se colaba en la portería.

 

Pero las fuerzas pronto empezarían a decaer en un Bristol City que tornó su asedio en simple dominio. Pese a todo, pudo marcar en dos ocasiones el equipo de rojo pero ni Joe Bryan ni Matt Smith fueron capaces de perforar las redes Hammers. En ambas oportunidades estuvo envuelto el mejor de los Robins, Jay Emmanuel-Thomas, que llegaba al choque tras haber logrado cuatro goles en los últimos tres partidos.

 

Tras el susto, el West Ham decidió que no estaba dispuesto a sufrir y tejió una tela de araña en el centro del campo que espesó el ritmo de partido y le dio la manija en los últimos minutos de la primera mitad. E incluso dispuso de una ocasión para adelantarse en el minuto treinta y ocho, pero el remate a bocajarro de Andy Carroll tras el buen servicio de Carl Jenkinson fue desbaratado por Frank Fielding. Tras eso, nada reseñable hasta que Lee Mason señaló el camino a los vestuarios.

 

El inicio de la segunda parte fue aún más anodino, con la pelota en los pies Hammers pero ser capaz de hilvanar ni un acercamiento con cierto peligro hasta que en el minuto sesenta y uno, Stewart Downing probaba suerte desde la frontal tras una diagonal desde la derecha. El partido se revitalizó un poco tras la intentona del menudo internacional inglés y unos minutos más tarde era Matt Smith quien, tras imponerse a la defensa por alto, cabeceó desviado.

 

Tras unos horribles primeros minutos, la recta final se animó. Sobre todo para un West Ham que, con la entrada de Diafra Sakho al verde de Ashton Gate tras superar su lesión de espalda, ganaba en mordiente. El propio delantero africano estuvo a punto de anotar después de zafarse de su par con un sombrerito, pero su potente volea se estrelló en la parte superior del larguero. El Bristol City no había dicho su última palabra y Luke Freeman se inventaba una internada por la derecha para servir a su tocayo Ayling, que no pudo marcar de cabeza en el segundo palo.

 

Y en dos minutos se llevó la contienda el West Ham, que si en el ochenta ya pudo anotar por mediación de Morgan Amalfitano, lo hizo solo un minuto más tarde por mediación de Sakho gracias a una peleadísima asistencia de Andy Carroll.

 

El gol pilló a contrapié a los de Coterill que lo intentaron con más corazón que cabeza, pero no pudieron derribar la muralla defensiva de un West Ham que se siente más que cómodo en esas situaciones de partido. No consiguieron equilibrar el marcador los locales y el West Ham estará este lunes en el bombo de la quinta ronda de la competición del KO.