Si el propósito del West Ham al presentar a Alex Song como nuevo jugador del club antes de arrancar el partido era levantar los ánimos de los aficionados e impulsar al equipo hacia la victoria es justo decir que fue un fracaso absoluto. Song presenció la segunda derrota en casa en otros tantos partidos de su nuevo equipo, donde llega cedido procedente del Barcelona, ante un Southampton muy superior.

 

Comenzó el partido con muchas imprecisiones de ambos equipos, aunque algo mejor plantado el Southampton, pese a no crear peligro. La primera ocasión clara se hizo esperar hasta el minuto 21, cuando Fraser Forster desbarató milagrosamente un mano a mano contra Ricardo Vaz Te. La jugada se produjo tras un rebote en una falta frontal que dejó solo al delantero hammer. La intentona espoleó a los de Sam Allardyce y seis minutos después Mark Noble anotaba el primer gol de la contienda después de una recuperación en tres cuartos de Mauro Zárate, que le hizo llegar la pelota al centrocampista inglés, el cual no se lo pensó ni una fracción de segundo y chutó desde 25 metros. Su disparo fue desviado por Maya Yoshida y se coló en la portería.

 

El gol sacó de su letargo a los Saints, que retomaron la posesión de balón pero sin entrañar un gran problema en la meta de Adrián. Dos ocasiones se sucedieron muy seguidas a favor del Sounthampton, la primera un cabezazo de Graziano Pelle que Aaron Cresswell repelió bajo palos y la segunda un zapatazo altísmo de Dusan Tadic tras una buena combinación.

 

En las postrimerías de la primera parte volvieron a igualar el marcador los de Koeman con un gol de mucha fe de Morgan Schneiderlin. Una falta lateral fue peinada por Shane Long en el primer palo. La bola le cayó a Schneiderlin en el área pequeña y machacó a la red de Adrián a la segunda.

 

El inicio de la segunda parte siguió con la tónica de dominio para el Southampton, que muy pronto pudo adelantarse gracias a un potente disparo de Shane Long. Adrián desvió el balón por bajo. No sería la única vez que tendría que entrar en escena el portero andaluz, como cuando cuatro minutos después evitó el gol de Dusan Tadic.

 

El West Ham estaba fuera del partido, y una desconexión defensiva en un saque de esquina casi acaba en el fondo de la red de no ser por el mal remate en solitario de Schneiderlin. Peor se le pudo poner a los de Sam Allardyce si no hubiera sido por la buena vista del asistente al anular un gol a Pelle por fuera de juego. Muy justo, pero estaba.

 

Y en los peores minutos hammers consiguió adelantarse el equipo de Koeman con total merecimiento. Despiste total de la defensa en un córner que aprovechó Ward-Prowse para servir a Schneiderlin que anotó su segundo gol de la tarde.

 

Los Claret & Blue no reaccionaban y un intento de chilena muy desviada de Winston Reid fue la ocasión más clara para los locales, que eran la pura imagen de un encefalograma plano.

 

En la recta final del partido, en una contra a campo abierto, Pelle anotaba el tercero para cerrar el marcador tras encañonar en el área pequeña. De ahí al final la nada más absoluta y los pitos de los pocos aficionados que quedaban en las gradas de Upton Park. Mucho tiene que reflexionar Allardyce para arreglar el desaguisado defensivo si quiere mantener la cabeza en su sitio. Por su parte, Koeman va viendo como su rompecabezas va encajando pieza a pieza tras un movido verano.