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La temporada 2014-2015 era la que el Blackburn tenía que aprovechar para ascender. Era su momento y lo dejaron escapar. Entre sus dos delanteros titulares, Jordan Rhodes y Rudy Gestede, lograron 41 goles (21 y 20 respectivamente). La mejor dupla de ataque de Championship. Pero el resto del equipo no estuvo a la altura. Lo cual repercutió en que el club finalizara la temporada en la novena posición. Además, el equipo tuvo que lidiar con una sanción de juego limpio financiero que les impidió pagar traspasos por jugadores, pudiendo solamente incorporar elementos que llegasen libres o cedidos. Gestede aceptó una propuesta de un equipo Premier, el Aston Villa. Y para Birmingham que se fue, permaneciendo Jordan Rhodes como la última esperanza del equipo. El transcurso de la campaña ha demostrado que no era suficiente.
La decepcionante marcha del equipo llevó al despido del entrenador, Gary Bowyer, a mediados del mes de noviembre. Pocos días después, el escocés Paul Lambert fue nombrado su sustituto tras dejar el Aston Villa diez meses atrás. Siendo despedido Bowyer, sin embargo, tras una victoria y dos empates, Lambert logró mantener la relativamente buena dinámica para sumar once de sus primeros quince puntos en juego. Ocho partidos sin perder sumados a los tres últimos de Bowyer parecieron encaminar al equipo hacia la parte de la tabla. Pero las carencias volvieron a quedar al descubierto y tres derrotas consecutivas a domicilio por 1-0 cortaron la línea ascendente.
No obstante, llegó el mes de enero y la consiguiente conclusión de la sanción de juego limpio financiero. El Blackburn por fin podría fichar y fortalecer su plantilla para tratar de terminar lo mejor lo posible la temporada. Como ya hemos mencionando, el objetivo es el de fichar delanteros capaces de remediar la sequía goleadora. Se buscan goles. Pero los fichajes realizados hasta el momento no terminan de dar la sensación de que vayan a garantizarlo. Rhodes ha logrado en lo que llevamos de curso nueve goles. Un poco por debajo de la media de los últimos años, pero aún así aceptable. El problema es que entre los otros cuatro delanteros del equipo (Bengali-Fodé Koita, Tom Lawrence, Nathan Delfouneso y Chris Brown) suman solamente cuatro tantos.
Las incorporaciones efectuadas por Paul Lambert han sido las de Simeon Jackson y Danny Graham. Leyendo estos dos nombres posiblemente uno pueda entender por qué no transmiten grandes garantías goleadoras. Jackson, delantero internacional canadiense, ha militado durante la presente temporada en el Barnsley de tercera división, donde no ha logrado ni un sólo gol en los nueve encuentros que ha disputado (ocho de ellos saliendo desde el banquillo).
Estos datos podían hacer difícil de comprender su incorporación. No obstante, la razón detrás de ello es que Lambert tiene en gran estima a Jackson, ya que le fichó para el Norwich en 2010 tras sus fabulosas dos campañas con el Gilligham (en las cuales logró un total de 38 goles) y decidió ofrecerle una prueba con el equipo que logró superar. En Norwich, bajo la batuta de Lambert, marcó 13 tantos en su primera temporada. Sin embargo, tras el ascenso a Premier sus cifras bajaron drásticamente y terminó saliendo en 2013. Tras lo cual emprendió un heterodoxo, a la par que colorido, recorrido que le llevó a jugar con Eintrach Braunschweig, Millwall, Coventry City y Barnsley, antes de que Lambert le rescatase. Sus números a lo largo del último lustro no invitan al optimismo, por lo que habrá que confiar (ciegamente, quizás, si se es aficionado de los Rovers) en que el técnico escocés logre recuperar al Jackson de antaño.
Quién también logró sus mejores cifras hace casi un lustro es el otro fichaje que han realizado para la delantera: Danny Graham. El papel que tuvo en el Watford, cuando todavía habitaban al borde de la bancarrota antes de que desembarcase la familia Pozzo, le catapultó a la Premier League. Salió de la reputada cantera del Middlesbrough antes de ir de cesión en cesión. Finalmente fue traspasado y explotó con el Carlisle y se confirmó con el Watford, equipo con el cual logró ser máximo goleador de Championship en 2012 firmando 24 goles.
Vistiendo la camiseta del Swansea, dejó buenas actuaciones. Encajó bien en el sistema de Brendan Rodgers y marcó en la decisiva semifinal de Copa de la Liga ante el Chelsea en 2012. Pero justo tras aquello se marchó al Sunderland por temas personales y se perdió el levantamiento del trofeo de campeones en Wembley. Irse a Sunderland fue el principio del fin para él. Fue cedido a Hull City, Middlesbrough y Wolverhampton. Lugares por los que también pasó sin dejar apenas huella. En Sunderland por mucho que lo haya intentado no ha sido capaz de cuajar y en Blackburn está ante su enésimo intento de realzar el vuelo.
El Blackburn busca goles para intentar aprovechar el hecho de tener uno de los mejores entramados defensivos de la división (24 goles en encajados en 27 jornadas). Veremos si estas dos apuestas responden. Paul Lambert, aparte de incrementar los guarismos de ataque (24 goles este curso), busca también recrear la fórmula que tan bien le funcionó en Norwich y que no pudo ejecutar en el Aston Villa. Esto explica también las llegadas del defensa central Elliot Ward (Bournemouth) y del extremo derecho Elliott Bennett (Norwich City), que completan el cuarteto de fichajes realizados hasta el momento. Ambos jugadores, como Jackson, de la confianza de Lambert y que en principio aumentan el nivel subyacente en el equipo, siendo Bennett otra arma para la ofensiva desde la banda. Por ver está si el Blackburn logra reeditar el éxito del Norwich de Lambert.
