Tras la magnífica temporada protagonizada por el Liverpool en 2013-14, en que solo un desafortunado resbalón le impidió coronarse campeón de la Premier League por primera vez, la actuación de los Reds la temporada pasada supuso un jarro de agua helada. La marcha de Luis Suárez al Barça y las continuas lesiones de Daniel Sturridge privaron a Brendan Rodgers de un tándem que había anotado 52 goles en la Premier League 2013-14. Un lastre que el equipo jamás fue capaz de superar.
Una vez confirmado Rodgers como técnico para la próxima temporada, el norirlandés se ha puesto manos a la obra para confeccionar una plantilla capaz de luchar por el objetivo principal del club: regresar a la Champions League. El primer paso que emprendió el técnico fue evaluar la actuación de su equipo durante la temporada. En liga, los Reds recibieron dos goles menos que en la campaña anterior (48 por 50 en 2014-15) pero, a nivel ofensivo, el equipo dejó mucho que desear: los 101 goles anotados en 2013-14 se redujeron a casi la mitad (52) en el pasado curso. Así que Rodgers tenía claro por dónde comenzar.
En este sentido, el deseo de Raheem Sterling de abandonar el club es una pésima noticia para el extécnico del Swansea. El inglés fue el segundo máximo anotador del club la temporada pasada y su versatilidad ha permitido a Rodgers desplegarle como media punta, delantero centro, carrilero o extremo. Al menos, su presumible venta por más de 40 millones de libras permitirá fichar un sustituto de garantías.

James Milner llega a Anfield con la promesa de ocupar su posición favorita en el medio centro. Una línea donde Jordan Henderson es fijo. Joe Allen, Lucas Leiva y Emre Can deberán luchar por el tercer puesto de medio centro, en caso de que Rodgers opte por un 4-3-3. El alemán Can está protagonizando una actuación estelar en la Euro sub-21 ocupando el medio centro de la selección alemana tras haber pasado casi toda la temporada jugando como central en Anfield a causa de las lesiones y la mediocre temporada de Dejan Lovren. Rodgers debe haber tomado buena nota.
En cuanto a la línea defensiva, Rodgers ha incorporado al joven central Joe Gomez, una apuesta de futuro procedente del Charlton. En esta parcela, la prioridad era un lateral derecho tras la marcha de Glen Johnson y el bajo rendimiento ofrecido por Javier Manquillo la temporada pasada. El elegido ha sido Nathaniel Clyne, que de este modo ha seguido el mismo trayecto que Dejan Lovren, Adam Lallana y Rickie Lambert emprendieron el verano pasado.
En la portería, Simon Mignolet seguirá siendo el número uno aunque se ha producido un cambio de suplente. Brad Jones se marchó y le ha sustituido Adam Bogdan, tras acabar contrato con el Bolton de segunda división.
El coste total de los fichajes realizados hasta ahora asciende a unos 30 millones de libras sumando la indemnización que el Liverpool deberá abonar al Burnley por Danny Ings. Considerando que Sterling será traspasado por unos 45, eso deja margen todavía para que Rodgers cierre la incorporación de un lateral derecho y de un delantero de garantías. El Liverpool solo ha disputado la Champions League en una de las últimas seis temporadas, así que no será sencillo alcanzar ese objetivo. Además, esa ausencia prolongada de la máxima competición continental dificulta la incorporación de jugadores europeos de primer nivel, que se resisten a no competir en el torneo de clubes más prestigioso del mundo.
¿Son estos fichajes suficientes para lograrlo? Es difícil de afirmar a estas alturas, cuando los principales rivales para lograrlo (Arsenal, Chelsea, Manchester City y Manchester United) todavía no se han movido en el mercado estival. Lo que es seguro es que jugadores como James Milner y Roberto Firmino se encuentran en el escalafón más alto al que tiene acceso hoy en día el Liverpool.