FA Cup
Liverpool | 6 |
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Brighton | 1 |
Ficha técnica |
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6 – Liverpool: Reina; Jose Enrique, Carragher, Skrtel, Glen Johnson; Adam, Gerrard (Shevey, 75) , Henderson (Kuyt, 75), Downing (Maxi Rodríguez, 75); Luis Suárez, Andy Carroll. |
1 – Brighton & Hove Albion: Brezavan; El Abd (Vicente, 68), Greer, Dunk, Calderón; Bridcutt, Alan Navarro, Lualua, Buckley (Noone, 46), Barnes; Vokes (Mackail, 68). |
Goles: 1-0, m.4: Skrtel. 1-1, m.16: Lualua. 2-1, m.43: Bridcutt (p.p.). 3-1, m.56: Andy Carroll. 4-1, m.70: Bridcutt (p. p.). 5-1, m.73: Dunk (p. p.). 6-1, m.83: Luis Suárez. |
Se le puso fácil al Liverpool un partido más dificultoso de lo que parecía en un principio, debido en parte a la ausencia de un plan B definido en los esquemas de Dalglish y a las buenas hechuras de un Brighton dirigido por Gus Poyet, que hasta el segundo tiempo resistió en pie.
Dalglish alineó a Gerrard y Adam en el centro y a Suárez y Carroll en punta, sinónimo de que lo buscaba no era sino fútbol directo y llegadas rápidas al área de Brezavan. Así las cosas, comenzó con pierna fuerte el Liverpool y casi sin merecerlo, se adelantó nada más empezar merced a un cabezazo en el primer palo de Skrtel al saque de un córner.
Lejos de descomponerse, el Brighton optaba por un juego aseado, de asociaciones largas y salidas desde atrás, bien timoneado por Bridcutt y Alan Navarro en el centro del campo, con Lualua y Buckley en las bandas. Llegarían los sureños incluso a adueñarse de la posesión, pareciendo por momentos que el partido, en vez de jugarse en Anfield se jugaba en el primaveral Brighton de 1964, con las Vespa y la música de The Who rondando junto al mar. Tal era la placidez en el juego de los de Poyet, que llegaron a empatar el partido gracias a una falta ejecutada por Lualua. El ex del Newcastle, de tiro fuerte y raso, la puso en el palo derecho de Reina, imposible de alcanzar.
Al Liverpool se le puso feo el trámite, al punto que comenzó a manifestar sus incapacidades. No existieron demasiadas alternativas en el cuadro «red», más allá de las contras, la pelota parada y un Luis Suárez muy activo durante todo el partido, bajando a recibir constantemente en zona de mediapunta. Todo el juego local se basaba en llegadas directas, casi siempre lideradas por el brío de Gerrard, que de siempre pareció jugador de tres cuartos de cancha, nunca de medular. Sobre Henderson, nadie supo si jugó o no. Agitado y nervioso, no llegaban los de la ribera del Mersey al área del Brighton, siempre desdeñosos de elaborar en exceso las jugadas. Luis Suárez la tuvo cerca de la media hora de juego tras una excelente jugada personal resuelta con un remate con el exterior que Calderón sacó sobre la línea. De toda la plantilla del Liverpool, más allá de las polémicas, es Luis Suárez uno de los pocos que engarzan el pobre presente del club con el pasado glorioso de los Souness, Dalglish, Rush y compañía.
El Liverpool era incapaz de descifrar a un rival tan cómodo como natural, vislumbrando el desierto hasta que, a poco de llegar el descanso, de nuevo en un córner y tras una carambola, Bridcutt introducía el balón de manera involuntaria en su propia portería. Demasiado premio y principio del fin para un Brighton siempre meritorio.
Ya en el segundo tiempo, los de Poyet en busca de Ítaca, empezaron a dedar amplias parcelas a sus espaldas que no tardarían en ser aprovechadas por el Liverpool. Sería Andy Carroll, irregular y hasta entonces desaparecido, quien anotase el tercero y finiquitase la eliminatoria en el 57, a centro raso de Downing. Poco después, ya con las líneas rotas y con el ex valencianista Vicente sobre el terreno de juego, martilleaban los de Dalglish, curiosamente con otros dos goles en propia meta, de nuevo de Bridcutt, tras un contragolpe resuelto por Gerrard, y de Dunk. Este último debió de creerse Piqué o Luiz Pereira y optó por controlar y sacarla jugada en la mismísima divisoria de gol. La pifia y la consiguiente burla de Anfield fueron monumentales.
Ya no habría más historias en Liverpool, salvo para Luis Suárez, al que le dio tiempo de fallar un penalti y resarcirse con un gol tras asistencia de cabeza de Andy Carroll.
Continúa pues en la FA Cup un Liverpool que da síntomas de enormes debilidades estructurales en su juego y falta de alternativas, a quien el descomunal talento de Luis Suárez suele sacar de mil aprietos. Al Brighton le queda el consuelo de haber mostrado una imagen más que digna, para nada merecedora de la goleada recibida esta tarde. Más allá de los nombres de su plantel, pueden considerarse como uno de los equipos más potentes de la Championship, candidatos al playoff, bien timoneados por Gus Poyet, quien parece tener muy claro el camino a seguir.