Los dirigidos por Terry Connor siguen sin sumar y continúan en picada hacia la segunda división del fútbol inglés. En esta ocasión, los encargados de aprovechar su pésima situación fueron los jugadores del Stoke City, que lograron sumar de tres en su casa en un partido parejo en el cual se realizaron muchas faltas y fue muy trabado en el medio.

 

Kightly fue el encargado de abrir el marcador para los visitantes, pero su ventaja no duró mucho, ya que nueve minutos después, el central Robert Huth logró el empate para los locales.

 

El primer tiempo finalizó con el marcador igual en uno y con ambos equipos muy trabados en el medio, con un juego que se basó en choques y gran cantidad de faltas.

 

El comienzó del segundo tiempo pareció no cambiar. Ambos técnicos sacaron el mismo equipo y las mismas ideas, ninguno de los dos quiso salir a quemar papeles e intentar por otra forma. Una mala decisión de Connor (y van…), ya que el Stoke es uno de los equipos más difícil para jugarle en las alturas. Y cuando hablamos de alturas, es inevitable nombrar a Peter Crouch. El delantero inglés se sintió como pez en el agua con este estilo de juego y así lo marcó en el resultado. A los 61 minutos, el «escarbadientes» Crouch fue el encargo de sentenciar el partido, con un cabezazo que impactó en el ángulo de Wayne Hennessey.

 

Después del segundo gol, solo quedó observar la crónica de una muerte anunciada, con unos Wolves que no logran levantar cabeza y a los que se les está agotando el tiempo para hacerlo. Frente a ellos, un Stoke City que se posiciona lejos de todo (de Europa, del descenso) y pasa sin pena ni gloria otra temporada en la Premier League. Eso sí, Peter Crouch se ha convertido en su arma letal y permite a los suyos soñar con alcanzar cotas más altas la próxima temporada.

 

Los Wolves quedan anclados en el último lugar de la tabla y ya no les queda mucho tiempo si es que tienen pensado dar un golpe. Con este es el sexto partido que pierden consecutivamente y siguen demostrando que es una manada de «lobos» cada vez más desunida con unas garras ya muy gastadas, que difícilmente les permitirán agarrarse a la Premier League y evitar caer en el pozo del Championship.