Premier League
Manchester City | 0 |
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Stoke City | 1 |
Ficha técnica |
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0 – Manchester City: Hart; Sagna, Kompany, Demichelis, Kolarov; Fernando (Fernandinho, 37), Touré, Silva, Nasri (Navas, 63); Agüero, Jovetic (Dzeko, 63). |
1 – Stoke City: Begovic; Bardsley, Shawcross, Wilson, Pieters; Whelan, N´Zonzi, Diouf, Walters (Odemwingie, 46, Charlie Adam, 64), Moses (Muniesa, 79), Crouch. |
Goles: 0-1, m.57: Diouf. |
A nadie enamora el Stoke. Al menos, no a primera vista. Como en una pintura de Toulouse Lautrec o en un callejón ruinoso de Lisboa, su belleza hay que percibirla más allá de sus simples rasgos formales. Incidiendo en sus convicciones más profundas, se plantaron los Potters en el estadio del campeón inglés para llevarse uno de los triunfos más inesperados de la temporada y ante un contrincante que en ningún momento tuvo respuesta para el jeroglífico que Hughes dejó escrito en el Etihad Stadium.
El libreto de Mark Hughes no engañó a nadie, parapetando a sus hombres en dos apretadas líneas en bloque bajo y por lo general con hasta nueve efectivos por detrás de la pelota. Con Silva y Nasri partiendo de los costados a zonas de tres cuartos, el City fluía por un embudo. De Begovic solo hubo noticias en un peligroso disparo de Nasri desde el balcón del área. Agazapados los Potters y con Diouf, Walters y Moses muy generosos en el repliegue, el objetivo era claro: los centímetros y las consiguientes descargas de Crouch, avanzadilla en vanguardia.
Mediante el tallo inglés, el Stoke pudo acercarse a Hart e incluso llegó a reclamar penalti en una discutida acción de Kompany sobre Diouf. El propio delantero visitante sacudió del letargo a Hart en un chut flojo desde la frontal. Los Citizens se mostraban incapaces de dinamitar la muralla de Hughes. Muy bien dispuesto sobre el tapete, de lograr prolongar mediante Crouch, los visitantes murmuraban amenazas por medio de incursiones de un batallador Moses. En el linde con el descanso, Touré remató al larguero una dejada de Kolarov tras una gran jugada de Agüero. Silva intentaba alumbrar los senderos del gol para cuadro de Manchester, pero estos se le revelaban inescrutables. El plan de Hughes de no dejar sino tierra quemada entre sus centrales y sus mediocentros funcionaba.
Ingresado Odemwingie en el segundo acto, el Stoke arrancó tras la reanudación con bríos renvovados, siempre por las vías de Crouch y del incisivo Moses. Los pupilos de Pellegrini continuaban porfiando con la numantina defensa cerámica, aunque Nasri pudo desnivelar tras una dulce combinación con Silva. A partir de entonces, el Manchester City pareció querer apoderarse de una vez de la contienda pero encallando una y otra vez contra la zaga Potter o contra Begovic, como en un disparo de Touré.
Sin embargo, fue Diouf quien hizo saltar la banca en una espectacular galopada en solitario desde su propio campo hasta plantarse ante Hart, quien pudo hacer más para evitar el primer gol del partido. El mismo jugador senegalés y ex Red Devil a renglón seguido se quedó a milímetros de poner el 0-2 en el electrónico en un centro raso de Odemwingie, que poco después se retiró lesionado. Con Navas y Dzeko en detrimento de los planos Jovetic y Nasri, el City activó el modo directo y comenzó el bombardeo sobre Begovic. Por si fuera poco, el sol se escondía en el cielo de Manchester y comenzó a arreciar una pertinaz lluvia sobre el Etihad.
No acabaron los sustos para Pellegrini, especialmente en un cabezazo que madrugó a Hart y que llevaba impresa la palabra gol. Solamente Agüero insuflaba aires al paciente, aunque el goteo de acercamientos al arco visitante no cesaba, como en un derechazo de Touré al que un rebote casi lleva a las mallas de Begovic. A su manera, muy a su manera, pero la actuación en conjunto del Stoke era mayúscula, cegando cuantas vías de agua pudieran surgir, siempre fruto de la buena colocación, nunca de la casualidad. Ante tal situación, los Citizens caían en una desesperación encarnada en la frustración de Touré, quien exageró un posible penalti de Pieters que Lee Mason no señaló como tal. Un remate con la coronilla de Dzeko y centros laterales fue el balance ofensivo en los últimos instantes del Manchester City.
Algún agobio hubo de sufrir el Stoke en las postrimerías del partido, aunque sin descomponerse en ningún momento. Naufragó estrepitosamente el Manchester City que en ningún momento fue capaz de avanzar por el campo de minas sembrado por Hughes. No hubo un plan B más que repetidos centros laterales, caramelos para tipos como Shawcross. Los Potters se hicieron con el triunfo de la manera menos lírica posible pero tan esforzada como legítima. No vinieron aquí para hacer amigos.