Victor Moses, el mejor jugador del Wigan esta temporada, puso a los «latics» por delante justo antes del descanso y el partido transcurrió sin mayor sobresalto hasta el último cuarto de hora. Entonces, un arrebato de locura se adueñó del Britannia. Gary Caldwell fue expulsado por detener con la mano un cabezazo de Cameron Jerome en el minuto 76 y Jonathan Walters convirtió el penalti que puso el 1-1. El propio Jerome puso por delante a los «potters» a falta de seis minutos. Las cosas pintaban negras para el Wigan, que perdía por 2-1 y estaba con un hombre menos.

 

Pero entonces apareció Ben Watson desde el banquillo para sellar el definitivo 2-2. En su primer toque, Watson convirtió el penalti cometido por Ryan Shotton tras agarrar a Hugo Rodallega.

 

El equipo de Roberto Martínez sigue en la zona de descenso pero sale reforzado del Britannia. Jordi Gómez y Rodallega tuvieron las primeras ocasiones aunque el Stoke asumió el control rápidamente. Robert Huth cabeceó fuera un saque de banda de Rory Delap, una jugada marca de la casa. La titularidad de Delap permitió al Stoke aprovechar sus misiles camuflados de saques de banda.

 

Ronnie Stam disparó desde lejos pero el guardameta local Sorensen desvió fuera. Rodallega, que está teniendo una temporada aciaga, aprovechó un balón largo para superar a Sorensen, pero Ryan Shawcross sacó el balón con la cabeza providencialmente.

 

La respuesta llegó con un cabezazo de Huth y un disparo lejano de Marc Wilson que se fue fuera. Por los visitantes, Maynor Figueroa lo intentó desde su propio campo. En este mismo estadio, Figueroa marcó un gol similar en 2009. Pero esta no está siendo la mejor temporada del lateral.

 

Stam provocó la ira de la afición local y se ganó la amarilla tras lanzar el balón a la grada cuando ya había cruzado la línea. Poco después llegó el primer gol, cuando el propio Stam habilitó a Rodallega en la derecha y el colombiano centró para que Moses definiera con clase el 0-1.

 

El técnico local, Tony Pulis, optó por introducir a Jerome en lugar de Matthew Etherington a falta de 17 minutos, en una decisión que resultó crucial. Peter Crouch cabeceó un centro en el segundo palo a través del área y el remate de Jerome fue interceptado por el brazo de Caldwell, que fue expulsado. Walters transformó el penalti y el Stoke se volcó en busca del segundo. Jerome fue el autor, tras la intervención de Crouch y Walters.

 

Cuando la derrota parecía inevitable, el Wigan logró un penalti después de que Shotton agarrara la camiseta de Rodallega. Watson salió del banquillo para marcar en su primera acción del partido.

 

Todavía hubo tiempo para que Huth cabeceara fuera y el Stoke pidiera un nuevo penalti, pero el colegiado no quiso saber nada y el empate final hizo justicia al dramático cuarto final que nos depararon ambos equipos.