Cuando el Swansea City conseguía vencer por 0-2 en Stamford Bridge poniendo pie y medio en la final de la Capital One Cup, en Gales solo cabía un pensamiento en la mente: jugar en Europa. La final contra el Bradford City no fue más que un paseo para los de Michael Laudrup, que conseguía su primer éxito importante en su primera campaña en el fútbol inglés. Este año, el equipo del Liberty Stadium está participando en la Europa League, por lo que el equipo se ha tenido que reforzar y ampliar su plantilla para poder afrontar de manera competitiva las cuatro competiciones que enfrenta.
Muchas han sido las críticas recibidas por parte de Laudrup motivadas por la suplencia continuada de Leon Britton (a las que aquí nos hemos sumado sin ninguna objeción). Britton disputó la friolera de 33 partidos de 38 posibles en la última edición de la Premier League. Sin embargo, en lo que lleva de temporada ya se ha perdido cuatro partidos de la competición regular y uno de Europa League. Vamos a utilizar la evolución de Britton como referente en el equipo para poder observar ese cambio en el centro del campo de los cisnes, que se ha convertido en un rompecabezas.
Si analizamos la figura de Britton en el esquema del año pasado, solo hay una palabra que pueda definirle: indiscutible. En todos los partidos estaba el 7 de los cisnes, casi siempre con Ki como compañero, ambos asentados en un doble-pivote básico para el planteamiento de Laudrup, conociendo la posibilidad de sumar a Jonathan De Guzmán como tercer mediocentro en las figuras avanzadas en la mayoría de los partidos. El canadiense aportaba cierta cohesión al centro del campo, siempre teniendo en cuenta su importancia como referente para la línea del ataque, aspecto potenciado por su capacidad llegadora y su potente disparo. Raramente, Michu o Routledge ocupaban esa posición de mediapunta.
En resumidas cuentas, Britton, De Guzmán, Ki y Kemy Agustien, completaban la oferta de mediocentros de los que disponía el danés para esas tres posiciones. Este año, el Swansea se ha deshecho de Ki (cedido al Sunderland) y del holandés Agustien (Brigthon). Por otro lado, de todos los fichajes que ha realizado (que han sido muchos), nos vamos a quedar con tres nombres: Jonjo Shelvey, José Alberto Cañas y Wilfried Bony. Los dos primeros son los sustitutos naturales de Ki y Agustien, con la diferencia de que tienen más nivel competitivo y más experiencia en el primer nivel. El delantero costamarfileño, pese a no parecer muy importante a primera vista como pieza de ese rompecabezas, se convierte en una pieza indirecta; es el delantero centro que esperaban en el Liberty. Su alineación será fundamental, provocando que Michu ocupe su posición natural, la de media punta. Así, las tres plazas del centro del campo quedan reducidas a dos, que se disputan cuatro futbolistas de una mayor categoría. Aquí tenemos otro motivo de la suplencia de Britton: más y mejores jugadores para menos plazas.


Como podemos ver en los esquemas, el triangulo deja paso al rectángulo. La verticalidad se abre paso en detrimento de la posesión y el control del centro del campo. Un Swansea con mucha más velocidad y mucha más profundidad y llegada. Pasamos del control y juego por bandas con raras llegadas de De Guzmán, a un equipo con menos control con un aumento de llegadas desde segunda línea con Michu, e incluso desde la tercera unidad con Shelvey (y la posible incursión de De Guzmán como acompañante).
En lo que llevamos de curso futbolístico 2013/2014, el Swansea ha disputado 6 partidos (sin contar las previas de Europa League contra Malmöe y Petrolul). Los dos primeros partidos, Laudrup no contó con Bony, por lo que las plazas continuaban siendo tres. En esos partidos jugaron, Cañas y Shelvey repitieron, mientras que el otro puesto fue para Britton en un partido y para De Guzmán en el otro. Cuando el costamarfileño ha entrado en juego, las plazas se han visto reducidas a dos. Las combinaciones utilizadas han sido: Shelvey-Cañas, Shelvey-Britton, Shelvey-Cañas y Cañas-De Guzmán en Europa League.
Con la presencia de Jonjo Shelvey en el doble pivote se gana verticalidad, ya que aporta llegada desde atrás (como pudimos ver en el segundo gol de Michu ante el Liverpool, donde el inglés realiza una internada perfecta y asiste al asturiano) y buen disparo exterior. Sin embargo, se pierde control en el centro del campo y la capacidad de toque que se consideraba básica de este Swansea de Roberto Martínez y Brendan Rodgers.
Por otro lado, Jose Alberto Cañas es un jugador mucho más defensivo y es más habitual verle como pivote defensivo. Su desgaste físico es su principal virtud, pero también aporta mucho equilibrio al equipo.
Jonathan De Guzmán es todo un portento. El año pasado se desenvolvió de manera muy convincente en el puesto de mediapunta. Su poderío físico y su disparo son sus principales virtudes; pero también su conducción de balón y su técnica.
Y para terminar, Leon Britton es la base de este Swansea. Transmite el estilo que desde hace años se practica en Gales. Un fútbol de toque, de posesión. Leon transmite un equilibrio y la capacidad de llevar la manija del equipo sin problema aportando también un alto número de robos debido al desgaste físico que conlleva su trabajo.
Tras este breve análisis de las piezas que componen el rompecabezas del que hablamos, sólo nos queda esperar y continuar viendo como el técnico danés es capaz de ensamblar estas piezas para encontrar la cuadratura del círculo. La correcta rotación en las cuatro competiciones para tener en ellas un buen papel, y sobre todo los resultados nos mostraran la habilidad como técnico de Michael. Solo nos queda esperar que Laudrup resuelva el rompecabezas del centro del campo; un centro del campo que este año es mas pequeño.