Carles Maronda

Swansea y Wigan empatan a nada (0-0)

El Swansea volvió a demostrar que es un equipo al que le gusta tratar bien el balón, pero que aún tiene ciertas lagunas que un Wigan al contraataque estuvo a punto de aprovechar. Los locales gozaron de más ocasiones, pero se llevaron un par de disparos al palo y un penalti en contra que detuvo Worm.

 
El Liberty Stadium vivió el primer partido de la historia de la Premier League fuera de tierras inglesa. Por ello, el Swansea, equipo local, se encargó de tratar la efeméride como es debida. Himnos folk a cargo de Max Boyce sirvieron al público para distraerse hasta que el balón empezase a rodar y supieran si los veinte buenos primeros minutos de la jornada anterior ante el City fueron un espejismo o una propuesta de intenciones. 
 
Las buenas sensaciones vividas ante el Manchester City la semana pasada hicieron que el entrenador del Swansea, Brendan Rodgers, introdujera únicamente dos cambios respecto al equipo que salió derrotado ante los “citizens”, en concreto la entrada de Wayne Routledge y Neil Taylor por Stephen Dobbie y Alan Tate.
 
Por su parte, Roberto Martínez, exjugador-entrenador del Swansea que recibió un cálido recibimiento por parte de su antigua hinchada, volvió a sentar, sorprendentemente, a Rodallega. Esta nueva suplencia se antoja una medida de presión en busca de la renovación del colombiano. Así, dejó solo en punta a Di Santo, el hombre anti-gol, pues tan solo ha marcado dos goles en 57 partidos de la Premier League.
 
Como era de esperar en estos dos equipos, ambos salieron a buscar el balón, como si de una bella mujer se tratara. Sin embargo, tal vez por el hecho de encontrarse en tierras galesas, los locales llevaron el peso del encuentro durante toda la primera parte. Los «swans» Dyer, Sinclair y Graham amenazaron en repetidas ocasiones la portería de Al-Habsi, aunque fue el Wigan el que, con muy poco fútbol, puso en más problemas a su rival, cuando Gómez puso en serios aprietos al portero holandés del Swansea, Michel Worm. Pese a las ocasiones de unos y otros, nadie logró perforar la meta rival y se marcharon al descanso con el resultado gafas.
 
La segunda parte inició como terminó la primera, con un Swansea dominante que poco a poco iba arrinconando a un defensivo Wigan. Los galeses lo intentaron de la mano de Graham, Sinclair y Dyer, pero todos los intentos fueron atajados por Al-Habsi, sin duda el mejor de su equipo.
 
Sin embargo, el Swansea se cansó de tanto intentarlo. A partir del minuto 70, minuto en el que entró Rodallega, las tornas cambiaron y el Wigan sacó a relucir su capacidad para resurgir cuando se encuentra contra las cuerdas. Casualidad o no, tres minutos después de la entrada del colombiano, sucedió la jugada del partido. Moses, tras recibir un pase al espacio, regateó a su par y conectó un potente disparo que hizo temblar el larguero. El balón cayó entre Jordi Gómez y Williams, defensa del Swansea, pero Gómez llegó primero y Williams, con más ímpetu que inteligencia, metió el pie y derribó al español. El árbitro señaló penalti sin dudarlo. Michel Worm, que fue el mejor de su equipo la semana pasada ante el City, leyó las intenciones a Watson y atajó el chut raso del centrocampista “latic”.
El errado penalti debió significar el final de un partido al que le sobraron los últimos 15 minutos, en los que cundía más el miedo a perder que las ganas de ganar.
 
Swansea: Vorm; Rangel, Caulker, Williams, Taylor; Agustien, Britton (Dobbie, 75), Routledge (Allen, 75); Dyer, Sinclair, Graham (Lita, 85)
 
Wigan: Al Habsi; Boyce, Caldwell, Alcaraz (Stam, 37), Figueroa; Diame, Watson, Gomez, McCarthy (McArthur, 65), Moses; Di Santo (Rodallega, 70)

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