Álvaro Escalante

Tablas en un encuentro para la historia (3-3)

En un homenaje al fútbol, el West Ham y el Arsenal firmaron un empate que ni a uno ni a otro les vale, pero que ha colmado de gozo a cualquier espectador que disfrutara de la visión del choque. Andy Carroll remontó el 0-2 inicial del Arsenal pero Laurent Koscielny acabó poniendo las tablas en el marcador.

 

Premier League

West Ham 3
Arsenal 3
Ficha técnica
3 – West Ham: Adrián; Tomkins (Emenike, 46), Reid, Ogbonna; Cresswell, Noble, Antonio, Kouyate; Payet, Lanzini, Carroll.
3 – Arsenal: Ospina; Bellerín, Gabriel, Koscielny, Monreal; Elneny (Giroud, 68), Coquelin (Ramsey, 61), Ozil, Sánchez, Iwobi; Welbeck (Walcott, 82).
Goles: 0-1, m.18: Ozil. 0-2, m.35: Sánchez. 1-2, m.44: Carroll. 2-2, m.45+2: Carroll. 3-2, m.52: Carroll. 3-3, m.70: Koscielny.
El West Ham echó otra palada más de tierra a sus aspiraciones de clasificar para la Champions League y el Arsenal directamente enterró la posibilidad de alcanzar al Leicester. Pero nada de eso importa después de haber vivido uno de los mejores partidos de los últimos tiempos, aunque no será un discurso muy del gusto de Slaven Bilic o Arsène Wenger.
 
A por todas salió el West Ham desde el minuto uno y la muestra fue el gol anulado de forma errónea por el colegiado Craig Pawson cuando señaló fuera de juego de Manuel Lanzini. El argentino cazó una defectuosa chilena de Andy Carroll para batir al guardameta David Ospina, preferido hoy al recuperado Petr Cech para cubrir la portería Gunner. Ese no sería el único fallo del colegiado.
 
Poco a poco, las fuerzas se fueron equilibrando, gracias al buen hacer de Alexis Sánchez y en especial de Alex Iwobi. El sobrino de Jay-Jay Okocha voló sobre el césped y repartió dos asistencias de gol para poner a los suyos en ventaja. El primero de esos servicios llegó en el minuto dieciocho, cuando el joven canterano encontró a Mesut Özil en el área tras un buen pase filtrado entre líneas. El segundo lo hizo en el treinta y cinco, cuando de forma similar Iwobi rompió la zaga Hammer con un pase para que Sánchez batiera a Adrián San Miguel.
 
Entre medias de los tantos de los de rojo, el West Ham nunca se vino abajo, pero el exceso de tenacidad le restó pegada arriba frente a un Arsenal más pragmático que en otras fechas. Todo cambió con el despertar de Andy Carroll. Primero avisó con un buen chut a la media vuelta desde el balcón del área que atajó en dos tiempos David Ospina, pero cinco minutos más tarde recortó distancias tras cabecear de forma inapelable un maravilloso centro lateral de Aaron Cresswell.
 
Y cuando pasaban dos minutos del tiempo reglamentario, el capitán Mark Noble la mandó a la caja tras un saque de esquina y Carroll con una media chilena mandó el balón a guardar tras tocar el esférico en Gabriel Paulista. Fue el mejor final a una entretenida primera parte.
 
Nada más salir de vestuarios, bien pudo ser expulsado Carroll tras un encontronazo con Gabriel, pero Pawson se hizo el sueco. Y en el minuto cincuenta y dos, el de Newcastle convirtió un hat-trick con otro testarazo. Carroll se erigió en un titán por alto que los centrales del Arsenal jamás fueron capaces de detener. Justo antes del gol, Dimitri Payet vio cómo le era anulado un gol tras una falta previa de Carroll que efectivamente pareció.
 
El Arsenal quedó totalmente noqueado tras el gol. Sin embargo, el toque de cornetas de los del este de la capital no se transformó en una mayor ventaja para los de Bilic, con lo que paulatinamente fueron volviendo a la vida los cañoneros. La entrada de Aaron Ramsey les dio aire en el ecuador del periodo y, si bien una filigrana dentro del área no se convirtió en gol por la milagrosa intervención de Winston Reid, más milagrosa aún fue el bloqueo de Lanzini segundos después cuando Nacho Monreal reventó el balón en la frontal para que el menudo argentino la despejara bajo palos. Finalmente encontró el premio el equipo del norte de Londres gracias al gol de Laurent Koscielny, que cazó como un ariete una buena combinación de los suyos.
 
El gol fue aún más gasolina para el fuego que ya era el partido, pero el exceso de ganas de ambos se convirtió en extenuación en unos últimos minutos, en que esa falta de frescura ya no se tradujo en ocasiones claras. Aunque Olivier Giroud bien pudo remontar con un cabezazo alto o Cresswell y Reid con dos oportunidades casi consecutivas devolverle la ventaja a los locales. Entre pitos y flautas, Gabriel culminó su mala actuación con una agresión con el juego parado sobre Carroll, pero Pawson tampoco acertó en esta ocasión.
 
De ahí al final poco más reseñable a excepción de un remate de Payet a las nubes. Fue el epílogo de un precioso partido que deja sin aspiraciones a los dos contendientes. Larga vida a la Premier.
 

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Álvaro Escalante