Tras el partido ante el Bayern de Múnich, Roberto Mancini afirmó que la carrera de Tévez en el City estaba «acabada» mientras él fuera el entrenador. La sanción preventiva mientras se efectuaba la investigación por supuestamente haberse negado a jugar, más allá del desprecio de su entrenador, fueron dos semanas sin sueldo y sin entrenar con sus compañeros.
La suerte parecía echada para Carlos Tévez, que parecía destinado a ser castigado con una dura sanción por el club que le paga. Sin embargo, para irritación de Mancini y para suerte de Tévez, las declaraciones en las que el argentino desmintió que se negara a jugar están tomando fuerza.
Ayer se celebró la primera vista del procedimiento disciplinario emprendido por el Manchester City y los cargos que parecen habérsele imputado a Carlos Tévez no son los de negarse a jugar, sino los de haberse negado a seguir el calentamiento y haber desobedecido a su técnico, Roberto Mancini.
Y es que ninguno de los presentes en el banquillo de Múnich pudieron corroborar que Tévez se negara a jugar. Ni el resto de jugadores allí presentes ni los ayudantes de Mancini, David Platt y Brian Kidd. Tampoco los vídeos mostraron que el delantero se negara a jugar.
La sanción a la que se enfrentaría Tévez por haberse negado a llevar a cabo el calentamiento sería mucho menor que la de negarse a jugar. Sea como fuere, el caso todavía no está resuelto y la próxima semana podría haber novedades.
De entrada, el primer gran castigo para Carlos Tévez será que no podrá disputar el encuentro entre los dos grandes clubes de Manchester de este domingo, quizá la mayor sanción que se le pueda imponer a un jugador tan competitivo como él. Pese a ello, Tévez da la sensación de estar poco preocupado por el caso. De hecho, según apunta el tabloide inglés Daily Mail, ayer mismo por la mañana se le vio jugando a golf, un deporte que parece practicar más que el fútbol últimamente.