Roberto Mancini ha dado el sorprendente paso de iniciar conversaciones de paz con Carlos Tévez, al invitarle a su casa para mantener una conversación en privado para restablecer su relación de trabajo en el Manchester City.
Mancini, que dijo que Tévez «no volvería a jugar en el club», llamó al teléfono móvil del delantero el miércoles por la noche para proponerle que se reunieran cara a cara lejos del proceso legal que el club está dispuesto a emprender contra el jugador.
Tévez estaba conduciendo de vuelta a Manchester tras aterrizar en el aeropuerto londinense de Heathrow tras sus vacaciones en Buenos Aires, pero se desvió hacia la casa de Mancini en Alderley Edge, donde llegó a las 1.30am, y ambos estuvieron mucho tiempo discutiendo los acontecimientos que han roto su relación.
Ambos acabaron dándose la mano pero Tévez no aceptó la petición de Mancini de disculparse por lo que sucedió en el partido de Champions League contra el Bayern de Múnich del 27 de septiembre.
Mancini le prometió a Tévez que si le pedía disculpas, podría volver a entrenar con el primer equipo. Aunque se abstuvo de asegurarle que podría volver a jugar en breve.
Tévez dijo que no se disculparía, reiterando su versión de que se negó a calentar pero no a jugar. Argumentó que se trató de un simple malentendido y se quejó por haber perdido su lugar en el equipo y el brazalete de capitán. Mancini, por su parte, le dijo que no creía que Tévez estuviera centrado y le acusó de volver tarde tras la Copa América y perderse casi toda la pretemporada.
Ambas partes se mostraron cordiales durante la reunión, durante la cual el propio Mancini sirvió café, algo sorprendente teniendo en cuenta la antipatía existente entre ambas partes anteriormente.
Es difícil predecir qué sucederá ahora, pero la decisión de Tévez de no disculparse provocará que se entrene aparte del resto de jugadores. Mientras, el argentino se prepara para la audiencia disciplinaria que se celebrará la semana que viene.
Mancini no está involucrado directamente en el proceso y el club informará a Tévez de que existen pruebas concluyentes en su contra. El argentino podría ser sancionado con cuatro semanas más, además de las dos ya cumplidas, hasta llegar al máximo de seis semanas permitido por la Asociación de Futbolistas Profesionales, aproximadamente un millón y medio de salario. Tévez alegará, primero contra el club y luego contra la Premier League en segunda instancia.
Ambas partes están deseando que llegue enero para emprender caminos separados. Mientras, el club ha prohibido a la prensa preguntar por Tévez, en una decisión que ha creado cierta polémica entre los medios ingleses.