El oportuno viaje de Drogba a la Copa de África a lo largo del mes de enero y los primeros días de febrero se antojaba una excelente oportunidad para Fernando Torres. Ante la ausencia de competencia, dispondría de continuidad en el once titular. Sin embargo, el español no ha logrado ni siquiera un triste gol. Cero goles en los ocho partidos que Drogba ha estado fuera, más el encuentro ante el Birmingham, el noveno sin marcar en 2012 y el vigésimo consecutivo en el Chelsea. Torres parece condenado al banquillo en lo que resta de temporada.

 

Pero el delantero no es el único que parece condenado en el Chelsea tras el encuentro de octavos de final de la FA Cup. André Villas-Boas ha vuelto a demostrar que es una sombra del entrenador brillante que deslumbró en el Oporto. Ahora mismo, su equipo no tiene más creatividad que el Stoke City, con la diferencia de que los «potters» sí saben a lo que juegan. El trío de centrocampistas titular frente al Birmingham City, Mikel, Ramires y Meireles, no es capaz de organizar a su equipo para atacar ordenadamente, mientras que la posición de Mata, escorado a la banda, provoca que entre menos en juego de lo que su equipo necesita. La más clara muestra del desorden de los «blues» son los movimientos de David Luiz. El central toma la responsabilidad, en numerosas ocasiones, de ser él el que salga con el balón controlado, consciente de las carencias de sus compañeros. 

 

Todo ello, sumado a la defensa pésima defensa del Chelsea en las jugadas a balón parado, provocó que el Birmingham estuviera cerca de eliminar al Chelsea en Stamford Bridge. Los de Chris Hughton se adelantaron a los 20 minutos, tras un córner pésimamente defendido por los locales. Con ventaja en el marcador, los visitantes se dedicaron a defender, algo que hacen a la perfección, tal y como demuestra el hecho de que apenas han recibido tres goles en sus últimos doce encuentros, además de llevar diez imbatidos contando este. 

 

El Chelsea se estrelló una y otra vez contra el muro de Birmingham, compuesto principalmente por Curtis Davies y Pablo Ibáñez, que frenaron las acometidas locales a la perfección. Solo sufrieron cuando, una vez en la segunda parte y con Drogba en el campo en detrimento del desatinado Torres, Mata centró su posición. De hecho, fue así como llegó el empate de los «blues». Una apertura a la banda del español finalizó en un excelente centro de Ivanovic y un todavía mejor remate de cabeza de Sturridge.

 

Por mucho que todavía quedara media hora, el partido estaba acabado, sobre todo cuando Villas-Boas dio entrada a Frank Lampard por Juan Mata, el único que puede cambiar el terrible destino al que está abocado el Chelsea como no cambien mucho las cosas. De momento, tendrán que viajar a Birmingham a jugar el replay. En función del resultado, puede que Villas-Boas no tenga ni que volver a Londres, si encuentra un vuelo directo de regreso hacia su Portugal natal.