Partidos de trámite hay muchos a lo largo de un campeonato. Y si las estadísticas son favorables a un equipo grande en un encuentro contra otro más débil, el calificativo de “trámite” adquiere más fuerza. Eso es lo que pasó en Old Trafford. Un Manchester United que venía de ganar al Arsenal contra un Hull que, ni más ni menos, había perdido sus últimos nueve partidos contra su rival de hoy.

 

Eso sí, el fantasma de las lesiones se cobró una nueva víctima: Ángel Di María. El argentino tuvo que ser sustituido en el minuto 14 por Ander Herrera. De la eterna espiral de lesionados en la enfermería del United sobresale un dato: hasta la fecha, todos los nuevos fichajes se han lesionado por lo menos una vez en lo que va de temporada.

 

El partido, pues, no parecía empezar bien. Con esto, dos minutos después, tras un saque de esquina, llegaría el primer gol local. Smalling remató con el pie derecho un balón que no parecía querer entrar a gol ni querer salir del área. Aún así, la tecnología determinaría que el balón había entrado en la portería después de que el central del United lo rematara y de esta forma el United se avanzó en el marcador.

 

A partir de aquí, y como ya nos tiene acostumbrado el conjunto de Louis van Gaal, los ‘diablos rojos’ empezaron a dominar cómodamente el encuentro contra un Hull City que tampoco ofreció muchas trabas. En los compases finales del primer tiempo, Wayne Rooney marcaría con un disparo raso desde fuera del área. El delantero inglés ha marcado seis goles contra el Hull en cuatro partidos contra los ‘Tigers’.

 

La segunda parte, que arrancó con ese más que tranquilizador 2-0, fue más plácida, con algún intento por parte del Hull. Nada demasiado relevante hasta el minuto 66, momento en que Robin van Persie anotaría un auténtico golazo: disparo potente con la zurda que entró por la misma escuadra. Partido sentenciado, marcador cerrado.

 

Poco más aconteció en Old Trafford, excepto el regreso de Radamel Falcao tras su lesión. El colombiano tuvo una ocasión clara en el descuento, pero poco más. Otro que regresó fue Ander Herrera. El exjugador del Athletic de Bilbao culminó una gran actuación. Cuando él está bien, el equipo funciona y brilla.

 

Casualmente, el último Manchester United-Hull City fue un encuentro festivo más que un partido de fútbol con tres puntos en juego, con la despedida de Ryan Giggs del fútbol y de Nemanja Vidic, que partiría camino de Milán, del club. El de esta ocasión coincidió con el aniversario del propio Giggs y su equipo le regaló una victoria, la tercera consecutiva, necesaria para seguir creyendo en esa buena espiral en la que parece adentrarse el equipo conforme van pasando las jornadas.