Premier League
Chelsea FC | 0 |
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Bournemouth | 1 |
Ficha técnica |
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0 – Chelsea FC: Courtois, Ivanovic, Zouma, Cahill, Baba (Traore, 83), Fàbregas (Remy, 83), Matic, Willian, Oscar (Diego Costa, 45), Pedro, Hazard. |
1 – Bournemouth: Boruc, Smith, Francis, Cook, Daniels, Surman, Ritchie, Gosling, Arter, Stanislas, King (Murray, 80). |
Goles: 0-1, m.82: Murray. |
Stamford Bridge era hace no tanto un feudo inexpugnable. Pocos eran los privilegiados que lograban sacar los tres puntos en su visita al Chelsea: desde marzo de 2004 hasta octubre de 2008, el conjunto Blue no perdió en casa ni una sola vez en partido de Premier League. Hasta regresar a Londres en 2013, José Mourinho estaba imbatido como local en liga en Inglaterra. El Sunderland puso fin al récord del portugués en abril de 2014 venciendo por 1-2. Y la pasada temporada volvió a acabar la liga invicto en casa. A pesar de que Stamford Bridge ya no es el fortín que era (Crystal Palace Southampton y Liverpool han ganado ahí este curso), lograr la victoria para el Bournemouth era algo difícil de imaginar.
Los locales arrancaron con ímpetu tratando de lograr adelantarse cuanto antes. No obstante, la falta de claridad en los metros finales les hizo aflojar el ritmo. El Bournemouth no se achicó pese a lo intimidatorio del escenario. Lejos de replegarse en su propio campo y esperar a que el Chelsea se cansase de atacar para poder entonces salir al contraataque, los de la costa de sur se mantuvieron fieles a sus ideas y a su filosofía. Protagonizaron algunas jugadas en velocidad y rápidas triangulaciones que cerca estuvieron de concederles el tanto inicial. Como resultado, Junior Stanislas falló un mano a mano ante un recuperado Thibaut Courtois tras tres meses de baja por lesión.
No se dejaron amedrentar en ningún momento los de Eddie Howe. La fragilidad que transmitía el Chelsea en fase defensiva también provocaba que las jugadas de ataque rivales dieran siempre la sensación de poder terminar en gol. Aquí jugó un rol crucial la pareja de medio centros, Cesc Fábregas y Nemanja Matic. El primero, un día más, no fue capaz de marcar ninguna diferencia en ataque y en defensa fue casi intrascendente, mientras que el segundo sigue sin ofrecer esa agilidad y robustez a la hora de defender que tan importante fue para el Chelsea la temporada pasada.
La ausencia de Diego Costa en el once titular hizo mella en la capacidad ofensiva local durante la primera mitad. Eden Hazard ocupó de nuevo la posición de falso nueve pero sigue lejos de su nivel de la temporada pasada, cuando fue elegido mejor jugador de la liga. El belga todavía no ha marcado con el Chelsea esta temporada. En el descanso, Mourinho sacó a Costa en sustitución de un Oscar poco incisivo. El Bournemouth, que había terminado la primera mitad creando peligro, salió con fuerza de los vestuarios y Matt Ritchie efectuó un disparo al minuto de la reanudación que cerca estuvo de convertirse en el 0-1. No obstante, la inclusión de Costa hizo que el Chelsea lograse acorralar a las “cerezas” en el primer tramo del segundo tiempo.
Los Blues ejecutaron jugadas ofensivas mucho más vertiginosas y fluidas gracias a la presencia de Costa y a la reestructuración de la línea de media puntas. Hazard volvió a aparecer una vez instalado en su habitual costado izquierdo. Costa creó varias ocasiones de gol (incluido un posible penalti por manos de Francis), y Willian y Pedro por fin aparecieron en el partido. Sin embargo, el Bournemouth seguía repeliendo los ataques de manera formidable, protagonizando una actuación defensiva a un nivel inédito en ellos esta temporada. El Chelsea se chocaba una y otra vez contra el muro del Bournemouth y la frustración iba en aumento.
La fuerza ofensiva del Chelsea fue disminuyendo de forma paulatina mientras que el Bournemouth comenzaba a intuir la oportunidad de llegar a campo contrario con peligro. La ya mencionada soberbia actuación en defensa, con el capitán Simon Francis (que fue elegido a la postre mejor jugador del partido) en plan estelar y liderando a toda la zaga, no hizo más que impulsar la confianza de todo el equipo. Con la marcha del noruego Joshua King en el minuto 80 (en el que sería el primer y único cambio visitante) llegaría el gol. Glenn Murray fue quién salió en su lugar para ofrecer más corpulencia y resolución en los últimos metros.
Y en el minuto 83, el Bournemouth logró un córner a favor que exprimió al máximo; tras un defectuoso despeje de Courtois y un caos generalizado en la defensa del Chelsea, el balón le llegó a Murray que remató y marcó el 0-1 al borde del fuera de juego. Pese a los intentos finales del Chelsea, el luminoso no se movió antes de que el arbitró señalara el final de la contienda. El Bournemouth se alzó con un triunfo antológico que Eddie Howe catalogó después como “la victoria más importante en los 125 años de historia del club”. Es la primera vez desde el año 2004 (cuando el Portsmouth se impuso 1-0 al Manchester United) que el vigente campeón de Championship gana al vigente campeón de la Premier League. Aunque del campeón de la Premier League de la temporada pasada queda más bien poco.