Ander Iturralde

Un excelente West Brom aplasta al Burnley (4-0)

En un partido que enfrentaba a dos candidatos al descenso, un excelente West Brom destruyó a un Burnley que tuvo lagunas por todos lados. The Hawthorns albergaba un duelo que se presentaba apasionante pero sólo hubo un dominador del encuentro, que fue quien finalmente se alzó con el triunfo con total merecimiento.

 

Premier League

West Bromwich 4
Burnley 0
Ficha técnica
4 – West Bromwich: Foster, Lescott, Dawson, Pocognoli (Gamboa, 83), Wisdom, Dorrans, Morrison, Sessegnon (Samaras, 74), Gardner (Yacob, 87), Brunt, Berahino.
0 – Burnley: Heaton, Duff, Shackell, Mee, Trippier, Boyd, Reid (Barnes, 45), Kightly, Arfield, Wallace (Chalobah, 45), Jutkiewicz (Sordell, 68).
Goles: 1-0, m.30: Dawson. 2-0, mn.45: Berahino. 3-0, mn.56: Berahino. 4-0, mn.90: Dorrans.
Dos equipos que llegaban en dinámicas algo dispares, aunque también con ciertas similitudes. El West Brom, después sumar dos puntos de los primeros cuatros partidos de liga, cosechó la pasada jornada su primera victoria de la campaña en White Hart Lane ante el Tottenham. Mientras que el Burnley arrancó con dos derrotas, tras las que encadenó tres empates a cero seguidos. Estaban demostrando gran eficacia en defensa, aunque llevaban casi nueve horas de juego sin marcar los de Sean Dyche.
 
El encuentro comenzó con un ritmo alto. Ambos equipos habían comenzado bien, aunque eso pronto cambiaría. En el minuto 9 de juego se llevó acabo un minuto de aplausos en honor a uno de los mejores, si no el mejor, jugadores de la historia del West Bromwich Albion, el ya fallecido Jeff Astle.
 
En el minuto 15, el West Brom tuvo posiblemente su mejor oportunidad del primer tramo de encuentro para anotar cuando el defensa del Burnley, Michael Duff, casi marcó un tanto en propia puerta a un centro del extremo de los Baggies, Chris Brunt. Al minuto siguiente, se cumplía oficialmente 9 horas de juego consecutivas sin que el Burnley haya conseguido marcar un gol en la Premier League.
 
El West Brom con el paso de los minutos estaba convirtiéndose en el claro dominador del partido. Los Clarets se estaban viendo claramente superados. Uno de los principales factores era que el Burnley estaba jugando con un centro del campo diferente al habitual, el que suelen conformar David Jones y Dean Marney. Steven Reid, Scott Arfield, Ross Wallace y George Boyd no conseguían funcionar en la primera vez que jugaban los cuatro a la vez de inicio.
 
Tom Heaton se convirtió en uno de los mejores futbolistas del encuentro mientras que el West Brom era una constante sobre la portería que defendía el ex del Manchester United. Y a la media hora de juego terminó por ocurrir lo que ya parecía inevitable: el conjunto de las East Midlands marcó. El gol llegó por medio de un saque de esquina, efectuado por Brunt, que el defensa Craig Dawson remató a puerta y adelantaba así a los locales en el electrónico, también tras una floja acción de Heaton.
 
Aún con el gol a favor, los chicos de Alan Irvine no quitaron el pie del acelerador y siguieron acometiendo ante un más que dubitativo Burnley. Las jugadas a balón parado estaban resultando ser el mayor martirio para el Burnley. Tras otras tantas ocasiones de gol, ya en el descuento de la primera parte, el West Brom acabó cosechando el segundo tanto de la contienda gracias a su delantero Saido Berahino, que también marcaba a la salida de un córner, para de esta manera ampliar la ventaja para los Baggies.
 
Para el segundo periodo del duelo, el entrenador del Burnley, Sean Dyche, modificó a su equipo realizando dos cambios. Entraron al terreno de juego el medio centro y canterano del Chelsea, Nathaniel Chalobah, y el delantero ex del Brighton, Ash Barnes, en sustitución de Steven Reid y Ross Wallace.
 
A pesar de los cambios, el West Brom continuaba siendo el mejor equipo sobre el césped de The Hawthorns. Con las ideas más claras, plasmando la superior que tenían y con una calidad que resultaba superior a la del rival. A los once minutos de dar comienzo la segunda mitad la ventaja en el luminoso volvió a incrementarse para los de Irvine. El irlandés Graham Dorrans avanzó en campo rival para dar un fantástico pase a Berahino, que se aprovechó de que el lateral izquierdo rival Ben Mee rompía el fuera de juego en aquel momento, y acto seguido disparó a puerta para conseguir el 3-0.
 
A partir de ahí sí que la presión e insistencia disminuyó del West Brom, haciendo que así el Burnley pudiese salir de su propio campo, aunque fuese tímidamente. En el minuto 68, Dyche dio entrada al atacante Marvin Sordell en lugar de Lukas Jutkiewicz. Al poco de entrar, Sordell, delantero mucho más móvil que Jutkiewicz, logró desviar la atención de los defensores contrarios, para que de esta manera Barnes dispusiese de más espacios. Barnes recibió un pase de Sordell en la frontal del área, pero no pudo convertir.
 
El West Brom consiguió bajar el tempo del duelo para beneficiar a la ventaja que tenía en su haber. El Burnley, impotente, no era capaz de darle un giro a la situación, ni siquiera de crear peligro sobre el arco contrario, consumando también más de 10 horas de juego sin encontrar puerta. Cristian Gamboa, Georgios Samaras y Claudio Yacob entraron al campo por parte de los locales en la recta final para poder disputar los minutos finales de juego. Y ya en el minuto 90 de juego, el West Brom armó una buena jugada de ataque por su banda derecha que culminó en un centro de Gamboa para Dorrans, que remató de primeras con su pierna derecha para ponerle la guinda a un partido excelente por su parte y por parte de todo el equipo.
 

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Ander Iturralde