Ilie Oleart

Una Inglaterra de dos caras (2-2)

Inglaterra visitó Maracaná para disputar un amistoso de prestigio. Los jugadores de Roy Hodgson mostraron su peor versión en la primera parte y Joe Hart evitó una goleada. Tras el gol inicial de Brasil, Inglaterra remontó el partido con dos golazos de Oxlade-Chamberlain y Rooney pero los brasileños acabaron empatando.

 

Amistoso

Brasil 2
Inglaterra 2
Ficha técnica
2 – Brasil: Julio Cesar, Alves, Thiago Silva, David Luiz, Filipe (Marcelo, 46), Oscar (da Silva Lucas, 56), Dias (Hernanes, 46), Paulinho (Bernard, 83), Fred (Leandro Damiao, 80), Neymar, Hulk (Fernando Martins, 72).
2 – Inglaterra: Hart, Johnson (Oxlade-Chamberlain, 61), Baines (Cole, 31), Cahill, Jagielka, Jones, Carrick, Lampard, Walcott (Rodwell, 84), Milner, Rooney.
Goles: 1-0, m.57: Fred. 1-1, m.67: Oxlade-Chamberlain. 1-2, m.79: Rooney. 2-2, m.82: Paulinho.
En ocasiones, el fútbol depara situaciones tan extrañas como la vivida en Maracaná. Brasil desarboló a Inglaterra durante largas fases del partido y solo la providencial intervención de Joe Hart evitó una vergonzante humillación. Y, sin embargo, dos chispazos de los dos jugadores más creativos del equipo, Alex Oxlade-Chamberlain y Wayne Rooney, casi permiten a la selección de Roy Hodgson reeditar la victoria de 1984 en este mismo escenario con aquel maravilloso gol de John Barnes.
 
Hodgson podrá escudarse en las ausencias (Andy Carroll, Tom Cleverley, Jack Wilshere, Danny Welbeck) para justificar las mediocres prestaciones de su equipo durante la primera hora, pero lo cierto es que su equipo prescindió descaradamente del balón, montó una línea de cinco por delante de la defensa con Rooney completamente descolgado, y se limitó a esperar los envites locales.
 
Tras un sinfín de ocasiones erradas, Fred adelantó a Brasil a los 57 minutos tras aprovechar el rebote tras un disparo al larguero del sustituto Hernanes. Sin embargo, el gol provocó la (inesperada) reacción inglesa. Diez minutos después, Oxlade-Chamberlain, que había sustituido al lateral Glenn Johnson en un cambio poco propio de Hodgson, empataba el encuentro con un brillante disparo ajustado al palo desde el borde del área.
 
El gol subsiguiente de Rooney fue todavía mejor. El delantero del Manchester United envió un disparo con rosca al palo izquierdo de Julio Cesar con su pierna derecha que ponía un improbable 1-2 en el marcador del recién estrenado Maracaná.
 
Pero cuando mejor pintaban las cosas para los ingleses, Paulinho empató solo cuatro minutos después con un acrobático remate desde dentro del área. Un empate que dejó a todos insatisfechos.
 
Algo sorprendente en el caso inglés considerando su pésima primera hora. Brasil es una sombra de la selección de Pelé o de la versión renovada de Rivaldo, Ronaldo y compañía. El equipo de Luiz Felipe Scolari ocupa el 19º lugar en el ránking FIFA, la peor posición de su historia. Los cambios de Scolari fueron recibidos con abucheos por la grada y el equipo pareció deshacerse como un azucarillo durante el cuarto de hora que Inglaterra recordó cómo se juega al fútbol.
 
Aunque para entonces Brasil ya debería haber sentenciado el partido. Los brasileños dispararon 29 veces (20 a puerta) en comparación con los 8 disparos ingleses en la primera parte. El cambio de sistema de Hodgson hacia un 4-2-3-1 que se asemejó más a un 4-5-1 con Phil Jones junto a Michael Carrick y Frank Lampard en medio, y James Milner como extremo izquierdo (sic) fue un desastre. Hodgson siempre dice que los sistemas están sobrevalorados y lo importante son los jugadores. En este caso, nada bueno puede decirse de los ingleses entonces. Jones no logró frenar a Neymar, Carrick no dio salida de balón, Milner y Walcott no aportaron en ataque y Lampard regaló un balón tras otro.
 
Aunque algo de mérito hay que reconocer a este grupo. No se descompusieron tras el gol de Fred y siempre plantaron cara a un rival ampliamente superior. Y los jugadores de más calidad aparecieron cuando se les esperaba. Oxlade-Chamberlain se graduó en un estadio donde su padre había sido titular en la victoria del 84 y Rooney recordó a todos (especialmente a los que ocupan los despachos en Old Trafford) de lo que es capaz. Fue su gol número 36 con la selección. No hay duda que seguirá marcando más. Lo que ya no está tan claro es con qué equipo esté jugando para entonces.
 

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Ilie Oleart