Ilie Oleart

Van Gaal en la cornisa

Louis Van Gaal se convirtió en el centro de atención de la prensa mundial tras sustituir a su guardameta titular, Jasper Cillessen, por Tim Krul, el portero del Newcastle. Una apuesta que acabó generando sus frutos: Krul detuvo dos penaltis y envió a los Países Bajos a semifinales.

 
«Si le sale mal y Krul no detiene ningún penalti, Van Gaal quedará en ridículo». Este fue uno de los puntos de vista más extendidos entre los sesudos analistas de la Copa del Mundo después de que el técnico holandés decidiera sustituir a su portero titular, Jasper Cillessen, en el minuto 118 del partido de cuartos de final ante Costa Rica. Máxime considerando que su reemplazante, Tim Krul, solo había logrado detener dos de los veinte penaltis que le habían lanzado vistiendo la camiseta del Newcastle.
 
El resultado es de sobras conocido por todos a estas alturas. Krul utilizó varias estratagemas psicológicas (caminar durante unos segundos delante del balón y decirle a los lanzadores que sabía hacia qué lado iban a disparar) y acertó el lado por el que se lanzaron los cinco penaltis. Detuvo dos de ellos y se convirtió en el ídolo de su país.
 
La prensa se rindió a los pies de Van Gaal (el Bild alemán le bautizó como Louis Van Genial) y los aficionados del Manchester United (comenzando por Rio Ferdinand, que está comentando el Mundial para la televisión inglesa) recuperaron de repente la fe perdida en su equipo la temporada pasada. En cuestión de dos semanas, el futuro ha adquirido unas tonalidades mucho más claras para los Red Devils.
 

La apuesta de Van Gaal tiene varios precedentes pero no en un Mundial

Lejos de ser una genialidad, demuestra el enfoque racional de Van Gaal

Por supuesto, la jugada táctica de Van Gaal tiene varios precedentes. Bobby Robson consideró sustituir a Peter Shilton por Dave Beasant antes de la tanda de penaltis de las semifinales del Mundial de Italia 90 (aunque por desgracia para Inglaterra, no lo hizo). El primer técnico en llevar a cabo este cambio en Inglaterra fue posiblemente Martin O’Neill en la final del play-off de ascenso de 1996. O’Neill, entonces al frente del Leicester, sustituyó en el minuto 119 a Kevin Poole por Zeljko Kalac, especialista en penas máximas, de cara a la tanda de penaltis. Y el cambio surtió efecto, aunque no de la forma que O’Neill esperaba. Cuando el partido ya agonizaba, el Leicester marcó el definitivo 2-1 y Kalac nunca tuvo que llegar a emplearse.
 
La genialidad de Van Gaal no radica en la originalidad del cambio sino en su valentía para realizarlo en unos cuartos de final de un Mundial (Ghana estuvo a punto de hacerlo en los cuartos de final de Sudáfrica ante Uruguay) y en el análisis racional que le llevó a dar el paso. Van Gaal y su entrenador de porteros, Frans Hoek, estudiaron a sus porteros y llegaron a la conclusión de que Krul tenía un «alcance más largo» a pesar de su pobre récord en la Premier League con el Newcastle.
 
La decisión de cambiar a sus porteros ejemplifica el enfoque detallista y casi obsesivo de Van Gaal. Cuando estaba en el Bayern de Múnich, sus ojeadores prepararon un dossier en profundidad sobre el SpVgg Neckarelz, un equipo semiprofesional de sexta división al que se enfrentaron en la primera ronda de la copa alemana en 2009.
 

El enfoque casi obsesivo de Van Gaal no deja margen a la improvisación

Holanda llegó a Brasil con un dossier completo sobre todos los lanzadores

Esa misma previsión fue la que llevó a Países Bajos a ganar la tanda de penaltis. Y no es precisamente un equipo que haya brillado a lo largo de la historia por su éxito en este lance. Después de Inglaterra (una tanda ganada de siete), son el peor equipo de Europa (una victoria en cinco tandas). Una cámara captó el sábado la lista de tiradores holandeses. Estaba impresa en un papel, demostrando que Van Gaal ya tenía de antemano decididos quiénes iban a ser los lanzadores. Mientras algunos entrenadores deciden sobre la marcha en función de sus sensaciones y las de los propios jugadores, Van Gaal basa todas sus decisiones en la razón.
 
Igual que en 2010, Holanda se presentó en este Mundial con un dossier sobre todos los lanzadores de penaltis de esta Copa del Mundo confeccionado por el español Ignacio Palacios-Huerta, profesor en la London Business School, que explicaba su trabajo de investigación sobre penaltis en el excelente «Soccernomics».
 
Es innegable que el azar juega un rol en el fútbol. Por eso precisamente es fundamental que, para minimizarlo, un entrenador controle todas las variables a su alcance. Y en eso, Van Gaal es uno de los mejores. El técnico holandés ha logrado un pequeño milagro: sin dirigir un solo partido del Manchester United ya ha logrado que buena parte de sus aficionados recuperen la fe y la ilusión por su equipo.
 

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Ilie Oleart