Tras haber sido suspendido el míercoles durante quince días por el City como resultado de su negativa a jugar contra el Bayern Munich el día anterior, el argentino no se presentó al entrenamiento del jueves previo al viaje a Blackburn.
La posibilidad de que el City despida a Tévez por sus actos en Munich se aleja a causa de la dificultad de probar que el jugador se negó a seguir las instrucciones de Mancini. El intento de entrevistar a los jugadores que estaban en el banquillo con Tévez es difícil que prospere, porque sus compañeros no parecen dispuestos a testificar en su contra.
Los propietarios del club tampoco están dispuestos a permitir que un activo valorado en 50 millones de libras en verano abandone el club gratis, cuando el coste de sustituirle por Van Persie superaría los 20 millones.
El City tampoco parece favorable a iniciar una batalla legal en caso de despedir al jugador. La solución más factible es que Tévez, Mancini y el club acepten bajar la temperatura hasta enero, aunque la posibilidad de que vuelva a entrenar con el primer equipo es muy remota.
El City podría imponer una multa de seis semanas de sueldo, que ascendería a 1,2 millones de libras. Sin embargo, las multas superiores a dos semanas de sueldo deben ser aprobadas por la Asociación de Futbolistas Profesionales.
Mientras la postura de Mancini sobre Tévez no se ha modificado un milímetro desde el martes, el italiano está dispuesto a reconsiderar la situación del bosnio Edin Dzeko. El delantero mostró públicamente su descontento al ser sustituido en Munich en el minuto 55.
Dzeko, fichado por 27 millones de libras del Wolfsburgo el pasado enero, le pidió disculpas a Mancini el jueves y luego publicó un comunicado excusándose. Dzeko dijo: «Sé que mi reacción fue incorrecta y he hablado con el técnico y mis compañeros. He pedido disculpas y Roberto las ha aceptado y dijo que todo estaba bien y que debemos ser positivos para el próximo partido».
«Estaba enfadado porque perdíamos 2-0 y quería ganar. Era algo especial para mí volver a Alemania, donde jugué tanto tiempo, y quería hacerlo bien y que el equipo ganara. Las cosas no fueron bien y por eso estaba frustrado».
Tévez ha dejado claro al City que no volverá a Argentina durante sus dos semanas de sanción a menos que reciba un permiso del club. El argentino ha viajado varias veces a Buenos Aires los últimos meses, pero no es probable que sea convocado con la albiceleste para los partidos contra Chile y Venezuela, ya que el técnico Alex Sabella tiene dudas sobre el estado de forma del jugador, de 27 años.
El compatriota de Tévez en el City, Pablo Zabaleta, ha afirmado que el club y sus compañeros deben ayudar a Tévez. «Tenemos que ayudarle. Ha sido un jugador importante para nosotros los últimos dos años. A veces es difícil acostumbrarte a estar en el banquillo y todavía más para los delanteros, que necesitan jugar, marcar, tener confianza».
