Robin van Persie se ha negado a comprometerse con el Arsenal y ha generado temores de que podría seguir el ejemplo de Cesc Fàbregas y Samir Nasi obligando al club a venderle antes que esperar a la conclusión de su contrato, que finaliza el verano de 2013.
Al holandés, que marcó dos goles el sábado, no le faltarán ofertas de los principales clubes europeos. Van Persie afirmó que «todavía me quedan casi dos años, así que de momento no hay prisa. Estoy feliz con mi contrato. Ahora no es momento de hablar».
El Manchester City, que en verano fichó a Gaël Clichy y Samir Nasri, procedentes del Arsenal, es uno de los clubes interesados en el capitán de los «gunners», de 28 años. «Quizás lo aplazaremos hasta el final de la próxima temporada», dijo Van Persie.
La tarea inmediata de Van Persie es pasar de la potencia al acto. El holandés simboliza, a pesar de su talento y sus goles, el mal endémico de este Arsenal: mucho potencial sobre el papel pero pocas realidades. Arsène Wenger espera que confiarle el brazalete de capitán tras la marcha de Fàbregas al Barcelona, le permita dar ese salto.
«Es verdad que nos reunimos en verano», dijo Wenger. «No creo que le perdamos».
Los críticos afirman que Van Persie no es un líder natural, que es demasiado tranquilo e individualista para inspirar a los que le rodean y que, por tanto, darle el brazalete contribuye únicamente a reforzar su ego y es contraproducente para el equipo. Wenger cree que el holandés ya no es aquel joven impulsivo que llegó con 21 años por 2,75 millones de libras en 2004, procedente del Feyenoord.
«Es un líder en el campo», dijo Wenger, «porque técnicamente tiene mucho talento y el respeto de los demás. Ahora habla en el vestuario y los demás le escuchan».
Tal vez Van Persie no hable mucho pero se expresa con goles. La temporada pasada logró el mejor ratio de goles por minuto en la Premier League. Pero las lesiones han sido un lastre para él.
El hecho de que Van Persie haya logrado llegar al centenar de goles a pesar de no ser un delantero centro ortodoxo muestra que tiene la misma inteligencia que los dos últimos jugadores que lograron ese hito con el Arsenal, Dennis Bergkamp y Thierry Henry. Para Wenger, existen más comparaciones: «Es como Lionel Messi en cuanto al sentido posicional. No juega como un delantero centro de verdad, pero si miras sus movimientos, es muy inteligente gracias a sus diagonales. Su primer toque es tan bueno que puede marcar la diferencia en espacios reducidos».