En los primeros compases del partido el dominio fue un vaivén entre ambos, aunque fue el Leicester quien empezó a llevar un poco más la iniciativa. No obstante, el Southampton fue cuajando y recuperó la posesión mayoritaria del esférico. Con el paso de los minutos los Saints fueron dominando más y más hasta que en el minuto 21 por fin lograron su recompensa por mediación del central portugués José Fonte, que se adelantó a su marcador N’Golo Kanté para cabecear al fondo de la red el saque de esquina del serbio Dusan Tadic.

 

Pese a unos coletazos de los Foxes tras el tanto recibido, los locales mantuvieron el control y continuaron en su labor de arrinconar a sus contrincantes. Kasper Schmeichel resistió bajo palos hasta que Sadio Mané centró un balón desde la izquierda para que el holandés Virgil van Dijk rematase en primera instancia al palo y en segunda batiese al danés para colocar el 2-0 en el luminoso. En el tramo final del primer tiempo, el Leicester empezó a asomar la cabeza en el área rival por primera vez en mucho tiempo. Presionaron arriba y lograron fabricar algunas ocasiones con las que cerca estuvieron de reducir la ventaja.

 

Con el comienzo del segundo periodo, se ocasionaba el interrogante de si el Southampton se conformaría con la ventaja de dos goles y daría un paso atrás para defenderla. Pero eso no va con ellos y regresaron con fuerza al terreno de juego en la reanudación. El Leicester no tardó demasiado en recuperar el ímpetu que había mostrado en los compases finales del primer tiempo. Para la segunda parte Claudio Ranieri había retirado a Shinji Okazaki y a Jeffrey Schlupp para dar entrada a Nathan Dyer y a Riyad Mahrez con el claro objetivo de dar más movilidad, desequilibrio y desborde a un ataque que no había funcionado con los dos primeros sobre el césped.

 

El Southampton tenía más o menos el dominio pero se le fue escapando de manera paulatina en beneficio de los zorros. Estaban perdiendo consistencia ante la incesante presión un Leicester que iba de menos a más como tantas veces ha hecho esta temporada. Finalmente en el minuto 66 llegó el gol visitante. Tras un desajuste defensivo de los de Koeman en el que van Dijk había caído al costado izquierdo para cerrar a Dyer después de que Ryan Bertrand hubiese desaparecido en combate. Dyer desbordó al central holandés y centró para que Vardy se colase entre José Fonte y Jordy Clasie haciendo así el 2-1. A partir de ahí, el partido fue cuesta abajo y sin frenos para los Foxes.

 

Con este gol, Vardy marcaba por sexto partido consecutivo, algo que sólo habían conseguido desde el cambio de siglo en Inglaterra, Michael Owen, James Beattie y Daniel Sturridge. Con Mahrez, Dyer y Albrighton en tres cuartos, y con un gran Drinkwater unos metros por detrás, los ataques visitantes estaban teniendo una clarividencia y fluidez mucho mayor. El partido iba rompiéndose por momentos y, aunque el Southampton estaba teniendo algunas oportunidades al contraataque, el Leicester, mucho más fresco, estaba cada vez más cerca de lograr la igualada. Con los pupilos de Koeman cada vez más nerviosos, los de Ranieri lograron finalmente el empate después de que Mahrez se hiciese con el balón y enviase un excelente pase al espacio a un Vardy que le ganó la espalda a la defensa para marcar el heroico empate y volver a demostrar así que es el mejor delantero inglés del momento.

 

El Leicester, volvió a hacer de las suyas. Volvió a remontar. Las sensaciones para el equipo de Hampshire, son más bien inciertas.  A pesar del reparto de puntos, sólo uno se llevó la alegría a la espalda. Los Foxes volvieron a ser muy zorros.