Ilie Oleart

Viernes, día clave para el Portsmouth

Este viernes, los administradores del Portsmouth cerrarán el plazo para presentar ofertas para adquirir el club. Tres grupos han presentado ofertas para adquirirlo. Además de un grupo de aficionados y del expropietario Balram Chainrai, un grupo de Oriente Medio también ha presentado una oferta.

 
Este viernes es la fecha límite fijada por los administradores del Portsmouth para presentar ofertas para adquirir el club. El último en sumarse a la puja ha sido un grupo de inversores de Oriente Medio, que se suman al Portsmouth Supporters Trust, formado por aficionados del club, y al expropietario Balram Chainrai.
 
PKF, la firma de administradores que está gestionando temporalmente la entidad, confirmó que había recibido una oferta inicial de un grupo con sede en Oriente Medio y estaba esperando a conocer los detalles financieros.
 
Según la revista Arabian Business de Dubai, estos inversores han depositado 20 millones de dólares en una cuenta del Dubai Bank con la esperanza de hacerse cargo del club.
 
Otra de las opciones es el expropietario del club Balram Chainrai, que no cuenta con el beneplácito de los aficionados. Chainrai prestó unos 18,6 millones de libras al Portsmouth en 2009 cuando todavía el club estaba en la Premier League. El empresario no ha recuperado ese dinero pero ostenta garantías por parte del club. A diferencia de muchos otros acreedores del club, Chainrai garantizó sus préstamos con una hipoteca sobre el estadio de Fratton Park y el propio club. Estas hipotecas están en manos de su compañía, Portpin, inscrita en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas.
 
Fueron estas hipotecas las que provocaron que el Portsmouth fuera intervenido en febrero de 2010. Mientras muchas empresas locales, la Hacienda inglesa y muchos otros acreedores perdieron su dinero, Chainrai asumió el control del club gracias a sus 18,6 millones de libras garantizados.
 
El club y sus activos fueron transferidos a una nueva compañía, propiedad de Chainrai, con el compromiso de pagar a los acreedores 20 céntimos por cada libra que les debían, o sea, 16,5 millones en lugar de los 83 millones de deuda. Pero entonces Chainrai vendió el club el año pasado al banquero ruso Vladimir Antonov, que asumió esos comprimisos pero gastó el dinero en jugaodores. Seis meses después, Antonov fue arrestado en Londres por orden europea por fraude bancario, según el fiscal general de Lituania.
 
La compañía de Antonov, Convers Sports Initiatives, fue intervenida y la misma suerte corrió el Portsmouth. No se había pagado ni una libra de los 16,5 millones de libra de deuda.
 
Chainrai ha afirmado que no tiene interés en ser dueño del club pero que no quiere perder el dinero que prestó al club. Con tal de evitar que se hiciera cargo de la entidad, un grupo de aficionados se unieron y están trabajando con un constructor, Stuart Robinson, que esperan que ofrezca por Fratton Park un precio de mercado, en torno a 2,6 millones de libras. Ashley Brown, el presidente del grupo, ha afirmado que han recaudado suficiente dinero de sus 2.000 miembros y algunos aficionados acaudalados para ofrecer a los administradores casi un millón de libras para pagar las deudas. De todos modos, los acreedores perderán casi todo su dinero.
 
A nivel deportivo, el Portsmouth comienza a ver la luz al final del túnel. Nada menos que 18.000 aficionados acudieron el mes pasado a su primer partido de League One, tras descender desde Championship. Este domingo ganaron su primer partido, nada menos que 0-3 ante el Crawley Town.
 

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Ilie Oleart