Alvaro Oleart

Villa y Wolves se conforman con un empate (0-0)

En este aburrido partido, quedó claro que tanto el Aston Villa como el Wolverhampton se conformaban con el empate, y así seguir ambos invictos. Hubo más temor a encajar un gol que ganas por conseguir la victoria, tal y como demostraron los conservadores cambios de McLeish para los «villanos» y los de McCarthy para los Wolves.

 
El buen arranque liguero de ambos equipos hacía prever un gran partido, y, sin embargo, nada más lejos de la realidad. La primera parte fue de tanteo, pues ambos equipos estuvieron más pendientes de no encajar un gol que de lanzarse al ataque en busca de la portería rival. Solo Ward, el excelente lateral izquierdo irlandés de los Wolves, que cuajó un gran partido, y Agbonlahor, estuvieron cerca de modificar el resultado gafas.
 
Desgraciadamente para los aficionados, la segunda parte fue un plagio de la primera. Ni unos ni otros se decidieron a buscar el partido, conformándose ambos con el empate, tal y como demuestran los cambios realizados por ambos entrenadores. Con Delfouneso, Ireland y Albrighton en el banquillo, el técnico del Villa, Alex McLeish, solo dio entrada a Albrighton por N’Zogbia, desquiciado por el citado Ward, a falta de tan solo 15 minutos, y a Bannan por Delph a falta de cinco. Por su parte, McCarthy fue todavía más conservador, relegando a los ofensivos Jarvis y Hunt por los defensivos Elokobi y Foley a falta de 20 minutos.
 
A nadie sorprendió ya la apuesta ofensiva de Alex McLeish. Agbonlahor ocupó de inicio la banda izquierda, N’Zogbia la derecha, y Bent y Heskey la delantera. No se puede decir que no funcionara, pues entre todo el equipo dispararon 14 veces, aunque tan solo tres de ellas tomaron rumbo hacia la portería rival, donde se encontraron con un inspirado Henessey, arquero de los Wolves. Pese a ello, los «villanos» volvieron a enseñar la carencia de juego colectivo que sufren. El centro del campo, dominado físicamente por Delph y Petrov, es incapaz de crear ocasiones de gol a base de combinaciones, y en la delantera Bent y Heskey no se entienden. Ambos son delanteros centros natos que a la que se acercan a la portería, no ven a ninguno de sus compañeros. Así las cosas, el trabajo se lo reparten entre Agbonlahor y N’Zogbia, pero el primero no ha estado acertado y el segundo ha estado bien controlado por Ward.
 
Por su parte, tras haber ganado sus dos primeros partidos de la Premier League, los Wolves aterrizaron en Villa Park de la misma forma de la que se van: como colíderes. Mick McCarthy repitió el mismo once por tercera vez consecutiva, y, aunque esta vez no pudo llevarse la victoria, se va de Birmingham satisfecho. Y es que los de McCarthy lograron la permanencia de milagro la temporada pasada, superando en un punto al descendido Birmingham City, precisamente el equipo que entrenó Alex McLeish la temporada pasada. Por ello, verse en lo más alto de la tabla es, además de un espejismo, una maravillosa noticia que podría ahorrarles el sufrimiento de la temporada pasada. Nadie sabe hasta donde llegarán este año los Wolves, pero soñar es de las pocas cosas que no cuesta dinero.
 
Aston Villa: Given; Herd, Collins, Dunne, Warnock; Petrov, Delph (Albrighton, 85), N’Zogbia (Bannan, 74), Agbonlahor; Bent, Heskey
 
Wolverhampton: Hennessey; Stearman, Berra, Johnson, Ward; Hunt (Elokobi, 67), Henry, O’Hara, Jarvis (Foley, 67); Fletcher (Vokes, 89), Doyle 
 

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