Verano. Vacaciones. Fichajes. Rumores. Amistosos. El procedimiento estival de rigor. Se suceden los traspasos y los informativos sin sustancia realizando cábalas sobre posibles salidas y llegadas. Detalles ínfimos, irrelevantes, hasta inventados. Las vacaciones de los jugadores, las pretemporadas, los amistosos y los viajes por producirse.
En Inglaterra, la reverberación es relativamente menor. No existe la intrusión constante en la vida privada de los jugadores (al menos con tanta alevosía), la temporada comienza antes (lo cual contribuye al paulatino crecimiento de interés por el inicio del año futbolístico) y los fichajes de los equipos ingleses no habitúan a ser de la dimensión y glamour de otros equipos como Real Madrid, Barcelona o Paris Saint-Germain. Todo esto contribuye a una información más superficial pero a la par más veraz y un seguimiento menos exhaustivo que evita cierto amarillismo o sensacionalismo molesto.

El rendimiento del equipo mancuniano en las últimas temporadas desde la marcha de Sir Alex Ferguson de Old Trafford ha sido cuanto menos cuestionable. Un equipo decadente y lastrado por la edad, sumado a unos fichajes de rendimiento más que incierto (Radamel Falcao o Marouane Fellaini sin ir más lejos). Hubo un proyecto fallido con David Moyes y el de Louis Van Gaal no está siendo mucho más esperanzador. Numerosos fichajes para un entrenador que no sabía a qué iba a jugar. Ni con qué sistema o principios de juego. Tras numerosas pruebas, el United acabó decidiéndose por jugar con un planteamiento basado en los balones largos a Fellaini. Primitivo. Un poco desalentador para un equipo de la élite europea.
De cualquier modo, los interrogantes en Manchester siguen siendo varios. ¿Qué necesita el equipo? ¿Qué le sobra? ¿A qué va a jugar? Empezando por las necesidades, los Red Devils deben priorizar su línea defensiva. Sin dejar de lado la parcela atacante tras el fiasco de Falcao y las continuas lesiones de Robin Van Persie, que posiblemente también abandone el barco de los diablos rojos, o el necesario sustituto en caso de que David De Gea fiche por el Real Madrid. Dentro de lo que le sobra al plantel de Van Gaal es una evidencia que la sobrecarga de mediapuntas es un tema a solventar. Antonio Valencia (su reconversión a lateral debería finalizar este año), Ashley Young, Adnan Januzaj… Variados nombres pero con un principal protagonista. Ángel Di María.
Di María fue y es el fichaje más caro en la historia del United. Llegado del Real Madrid, campeón de Europa y con la vitola de estrella. Con la expectativa de ser el jugador emblema y estrella junto al legendario Wayne Rooney. Indudablemente, la temporada inicial de «el fideo» no ha sido nada satisfactoria. Sin embargo, el habilidoso argentino ha sufrido un rosario de lesiones a lo largo de la temporada que le han impedido tener continuidad y, sobre todo, entrar en la dinámica de un grupo, ya de por sí complicado y sin un rumbo claro. Con la presión de no jugar competiciones europeas en una entidad del calibre como los Red Devils y con la presión de ser el jugador franquicia junto al incansable Rooney.
También ha sido para Di María un año de transición hacia un fútbol mucho más físico que el español. Lengua y cultura diferentes, nuevo equipo en el que buscar un sitio en el once inicial. Difícil. Y más con la ambivalencia táctica de Van Gaal. El técnico holandés no llegó a definir su posición de forma definitiva. Actuó como carrilero en el 3-5-2, como interior en el 4-4-2 en rombo, como mediapunta tras el delantero e incluso en punta.
Se ha especulado sobre un posible traspaso al Paris Saint-Germain. Aunque no sería fácil justificar un paso tan fugaz del jugador más caro de la historia del club. Del jugador que volvió a otorgar cierto estatus a la política de fichajes del United. La habilidad y desequilibrio de Di María no son características fáciles de hallar en el mercado y los diablos rojos no necesitan liquidez para acometer nuevos fichaes. Además, la paciencia es una virtud del fútbol inglés. Con estas consideraciones, parece que el 7 mancuniano seguirá llevando el nombre de Ángel Di María.