¿Cuántas veces Rooney, Drogba o Van Persie han sido portada los lunes? Millones. ¿Cuántas veces lo han sido Friedel, Cech o Robinson? Pocas, prácticamente ninguna. Los titulares suelen ser para los delanteros, mientras que los porteros solo son noticia cuando cometen errores garrafales. Que se lo digan a Gomes.

 

Sin embargo, en el partido disputado hoy en el Liberty Stadium no es posible destacar a otro hombre que no sea Michel Vorm. El portero holandés del Swansea no ha anotado ningún gol, pero no hay duda de que su equipo no hubiera logrado la victoria de no haber sido por él. Y es que Vorm, que llegó este verano a Gales por un millón de libras para pelear el puesto con el portero portugués José Moreira, que a su vez llegó para sustituir a Dorus de Vries, volvió a impresionar a propios y extraños con sus paradas, incluyendo un penalti a cinco minutos del final. No es casualidad que el Swansea haya logrado hoy su séptimo partido como local sin encajar goles, además de seguir siendo el equipo que menos goles encaja en casa.

 

El hecho de que el portero del Swansea haya sido el mejor del partido podría llevarnos a pensar que los Swans han hecho un mal partido, pero nada más lejos de la realidad. Los de Brendan Rodgers jugaron su fútbol habitual, caracterizado por tener mucha posesión de balón y poca profundidad. Esta última carencia, sumada a la ausencia de un goleador, provoca que a los de Brendan Rodgers les cueste horrores crear ocasiones claras de gol.

 

Esto es lo que sucedió a lo largo de toda la primera parte, en la que el Swansea solo se acercó con peligro a la portería rival gracias a destellos de Wayne Routledge y Scott Sinclair, los mejores de su equipo junto a Vorm. Mientras, el Fulham se concentró en mantener la solidez defensiva e intentar buscar el gol al contraataque.

 

Afortunadamente para los aficionados, la segunda mitad fue más movida que la primera. Gran parte de la culpa recayó en Clint Dempsey, aunque, desgraciadamente para su equipo, el atacante estadounidense hizo más a favor del equipo rival que del suyo. Y es que, no contento con ser el autor del primer gol del Swansea, al desviar un disparo de Scott Sinclair, Dempsey falló un penalti a falta de cinco minutos para el final. El penalti fue cometido por Ashley Williams sobre la joven promesa de los «cottagers» Kerim Frei, que solo llevaba diez minutos en el campo, en su segundo partido en la Premier League. Con 1-0 y un penalti fallado, Danny Graham puso la puntilla al Fulham en el tiempo de descuento, cuando remató con acierto un córner lanzado por Gower para poner el definitivo 2-0 en el marcador.

 

Con esta derrota, el Fulham sigue con su pésima racha de resultados a domicilio, pues tan solo ha logrado una victoria, en casa del Wigan. Sin embargo, lo más preocupante del equipo entrenado por Martin Jol es la falta de ambición que han mostrado hoy. Parecieron contentarse con el empate, y solo cuando recibieron el primer gol despertaron, pero fue demasiado tarde. En los diez minutos finales asediaron al Swansea, pero Vorm y Dempsey impidieron que el Fulham anotara un gol.