Ilie Oleart

West Ham: crónica de un descenso anunciado

Entrenador, jugadores y directiva comparten casi a partes iguales la culpa por haber llevado a un club histórico a abandonar la Premier. A pesar de esa sensación reinante durante tres cuartas partes de la temporada de que los “hammers” eran demasiado buenos como para descender, el adiós es ya una realidad. Y volver no será tarea fácil.

En el terreno de juego, el West Ham cuenta con el Jugador del Año de la Premier League y una plantilla que incluye seis internacionales ingleses. En el palco, unos propietarios con una amplia experiencia. En el banquillo, un entrenador que estuvo a unos centímetros de ganar la Champions League. Y por delante, un futuro prometedor, que incluye el traslado al flamante Estadio Olímpico que se está construyendo para los Juegos Olímpicos de 2012 en unas condiciones financieras muy favorables.

Y, a pesar de todo, este club ha acabado descendiendo. La Media Inglesa se pregunta qué se hizo mal y, sobre todo, qué debe hacer el West Ham para volver a la Premier antes de que sea demasiado tarde para su maltrecha salud financiera.

Avram Grant: fracaso tras fracaso

El israelí Avram Grant comenzó su carrera en Inglaterra en el Chelsea antes de pasar al Portsmouth en circunstancias algo especiales.

Su papel en el Chelsea resulta difícil de valorar, teniendo en cuenta los jugadores que tenía a su disposición. Es cierto que llevó al equipo a su única final de la Champions League pero es igual de cierto que es el único entrenador del Chelsea desde 2004 que ha acabado una temporada sin ganar ningún trofeo hasta este 2011 con Ancelotti.

Grant ha estado 68 de las últimas 72 semanas en descenso

En el Portsmouth, Grant puede presumir haber llegado a la final de la FA Cup pero también acabó descendiendo con un equipo que, a pesar de todos los problemas del club, atesoraba bastante calidad.

El West Ham ha sido la prueba más fiable de su carrera y los resultados no engañan. Grant ha estado 68 de las últimas 72 semanas de la temporada en la zona de descenso.


De hecho, el nombramiento de Grant es difícil de comprender. El copropietario del club, David Sullivan, siempre ha estado convencido de que cualquier entrenador debe ser temido por los jugadores. Y ese, desde luego, no es el caso de Grant, que era conocido en el Portsmouth como «el tío Avram». Así que, ¿cómo llegó hasta aquí? Y  lo que es peor, ¿cómo aguantó tanto tiempo?

El equipo: una calidad muy frágil

La experiencia internacional del equipo es considerable: Scott Parker, Matthew Upson, Robert Green, Carlton Cole, Kieron Dyer y Wayne Bridge, que llegó en enero.

A ellos hay que añadir la calidad de Robbie Keane y Thomas Hitzlsperger, así como otros jugadores ya consolidados en la Premier League como Gary O’Neil, Luis Boa Morte o Mark Noble. En resumen, un equipo que debería haber luchado por entrar en Europa en lugar de transitar todo el año por la zona de descenso.

El equipo sufrirá una transformación radical la próxima temporada

Es cierto que las lesiones han debilitado el equipo durante la temporada. En especial, el equipo ha notado la ausencia en el tramo final de jugadores clave como Scott Parker, Matthew Upson o Mark Noble. Aún así, se cometieron algunos errores, como los fichajes del mexicano Pablo Barrera, Winston Reid o Lars Jacobsen, que no han cumplido las expectativas. La llegada de Benni McCarthy en enero no merece siquiera una línea.

Muchos de estos jugadores están ya en la recta final de su carrera o han demostrado que son demasiado proclives a las lesiones. Además, sus salarios son totalmente desmesurados para su rendimiento en el campo, consecuencia de los excesos cometidos por los anteriores dueños islandeses que todavía no han sido totalmente corregidos.


A buen seguro se producirán muchos cambios de cara al próximo año. El copropietario David Gold ya admitió hace semanas que no es justo o realista esperar que los internacionales ingleses permanecieran en el West Ham en caso de que los “hammers” descendieran.

Parker y Green dejarán el equipo a buen seguro, mientras que Upson, Dyer, Danny Gabbidon y Jonathan Spector acaban contrato. Por otro lado, los cedidos Robbie Keane, Wayne Bridge y Victor Obinna regresarán a sus clubes de origen.

El club planea combinar sus mejores jugadores jóvenes, como Noble, Jack Collison o Freddie Sears con goleadores que hayan demostrado su valía en el Championship, como el jugador del Waford Danny Graham o el delantero del Cardiff City Jay Bothroyd.
 

El palco: islandeses, ingenuidad y una mudanza
 

Los máximos responsables del club han sido fuente constante de polémica desde que se hicieron cargo del mismo el año pasado. Entre otras cosas, por el trato que le dieron a Gianfranco Zola cuando era entrenador o por su ausencia colectiva en el partido ante el Manchester City. Aunque es cierto que la situación que se encontraron al llegar no fue la mejor.

Tras el colapso de la economía islandesa y el despilfarro del anterior dueño, Bjorgolfur Gudmundsson, el West Ham se quedó con deudas por valor de 110 millones de libras. Esta delicada situación financiera ha afectado a todas las decisiones que han tomado los dos principales accionistas, Sullivan y Gold.

La mejor gestión del año ha sido el traslado al Estadio Olímpico

Sin embargo, eso no puede ser una excusa para algunos de sus errores. En especial, el hecho de mantener en el cargo a Avram Grant a pesar de un pésimo inicio de temporada. Analizando la temporada de forma retrospectiva, ese parece el error decisivo.

Además, algunas de sus declaraciones durante la temporada han sido más que cuestionables. Ya en noviembre, el club promocionó un partido bajo el lema “Salvemos la temporada”, mientras que la admisión a falta de varios partidos de que era probable que el West Ham descendiera o no presentarse en el campo del Manchester City transmitió un mensaje de falta total de confianza en el equipo.

Para ser justos, Sullivan y Gold también han sido algo ingenuos y posiblemente han sucumbido a la presión. Aparentemente, llegaron al West Ham para quedarse y se espera que aumenten su porcentaje en verano del 62 al 82 por ciento. Además, tienen una opción durante tres años para comprar las demás acciones.

El único éxito de gestión del club fue la forma en que el vicepresidente Karren Brady logró que el club ganara la subasta para jugar en el futuro Estadio Olímpico de Londres.

Y esa es una victoria que, a largo plazo, puede resultar mucho más importante que cualquier otra cosa que haya sucedido este año.

 

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