Premier League
Newcastle | 2 |
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Liverpool | 0 |
Ficha técnica |
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2 – Newcastle: Elliot, Janmaat, Coloccini, Mbemba, Dummett, Colback (Gouffran, m.76), Anita, Sissoko, Wijnaldum, De Jong (Ayoze, m.67), Cissé (Thauvin, m.81). |
0 – Liverpool: Mignolet, Clyne, Skrtel, Lovren, Moreno, Leiva, Allen, Ibe (Origi, m.73), Firmino (Sturridge, m.61), Milner, Benteke (Lallana, m.61). |
Goles: 1-0, m.68: Skrtel (p.p.). 2-0, m.90+3: Wijnaldum. |
El último partido que enfrentó a Steve McClaren y a Jürgen Klopp, un Wolfsburgo-Borussia Dortmund en 2011, terminó con la destitución del inglés como técnico de los lobos. Esta vez no parecía improbable que se diera la misma situación. Los Magpies recibían a los Reds con la necesidad de ganar para no quedar rezagados en la zona de descenso tras la victoria del Bournemouth. No era, sin embargo, el momento más oportuno para jugar ante los de Klopp, que parece que comienzan a mostrar la fiabilidad de la que el equipo carecía en la última etapa de Brendan Rodgers.
McClaren, después de que su equipo fuera goleado por 5 a 1 en la última jornada en Selhurst Park, decidió realizar un cambio en la alineación titular, con la entrada –por primera vez en la temporada- de Siem de Jong, en detrimento de Ayoze Pérez y con Aleksandar Mitrovic también en el banquillo. El Liverpool, pese a su buen estado de forma, viajaba al norte de las Islas con bajas significativas: la de Philippe Coutinho por lesión y la de Emre Can por acumulación de tarjetas. Jürgen Klopp, además, decidió dejar a Daniel Sturridge fuera de la alineación, colocando a Christian Benteke en punta.
El choque arrancó con un Liverpool que acechó desde el primer segundo la portería de los Toon con tres saques de esquina que no fraguaron en oportunidades de gol. No obstante, los de Klopp llegaban con peligro gracias a las incursiones por banda del veloz Jordon Ibe, mucho más incisivo por la derecha que James Milner o Roberto Firmino por el carril izquierdo. Para más inri, la defensa del Newcastle se mostraba extremadamente enclenque cuando sentía la presión hacia su área.
Todo parecía abocado a que los Reds se adelantaran pronto en el marcador, sin embargo, llegó –demasiado pronto- uno de esos bajones característicos del cuadro de Anfield en los últimos años. Así pues, como el equipo local tampoco parecía dispuesto a intentar abrir la lata, el partido entró en un bucle de imprecisiones y de un fútbol que no pasaba del centro del campo y en el que ningún jugador brillaba por encima del resto. Solo en los compases finales del primer acto, el Newcastle trató de llevar a cabo tímidas acometidas –balonazos y algún que otro centro al área- hacia la meta de Simon Mignolet, claro está, sin éxito alguno. El colegiado decretó entonces el final de una paupérrima y soporífera primera mitad.
En la segunda parte –casi- todo siguió igual. Sin cambios, ambos equipos trataron de intensificar el juego sin resultado. El Newcastle era esta vez el equipo que intentaba acosar a la zaga del Liverpool. No obstante, hombres como Papiss Cissé, Moussa Sissoko o Siem de Jong no se dejaban ver. Pasado el primer cuarto de hora del segundo tiempo, Jürgen Klopp decidió mover el banquillo en busca de alternativas. Así, en un doble cambio, entraron Adam Lallana y Daniel Sturridge, sustituyendo a Christian Benteke y Roberto Firmino, que no aportaron nada en la faceta ofensiva.
En el bando ‘magpie’, Steve McClaren decidió dar entrada a Ayoze Pérez y retirar a De Jong, es decir, volver al modelo habitual. Nunca sabremos si la decisión funcionó, ya que nada más producirse el relevo, Georginio Wijnaldum recibió un centro desde la derecha, controló, se trabó y al posicionarse para chutar, su disparo se encontró con Martin Skrtel, que desvió la pelota hacia el fondo de su propia portería.
El gol supuso un duro palo para los Reds, y Klopp sacó al terreno de juego como revulsivo al punta Divock Origi, en detrimento de un Jordon Ibe que había desaparecido en la segunda mitad. La primera ocasión clara del Liverpool llegó con un profundo pase de Adam Lallana hacia Sturridge, que golpeó de primeras a la derecha de la meta de Rob Elliot dejando en evidencia su limitado estado de forma. A partir de este momento, el equipo del Merseyside intensificó sus llegadas hacia el área rival. En una de ellas, Alberto Moreno anotó un auténtico golazo de volea que acabó siendo mal anulado por posición antirreglamentaria. En general, el futbolista sevillano fue uno de los más destacados dentro de un conjunto limitado en ideas.
Steve McClaren decidió fortalecer el centro del campo retirando a Jack Colback, que estaba amonestado, y dando entrada a Yoan Gouffran, que volvió a jugar en una posición más atrasada que la suya. Minutos después, con el fin de dormir el partido, Florian Thauvin tuvo su oportunidad sustituyendo a Papiss Cissé. El partido agonizaba y el Liverpool también lo hacía. Lallana lo intentaba con largos pases o con incursiones por el centro. Quizá debió haber entrado antes. Sea como fuere, ya en tiempo de descuento, Georginio Wijnaldum decidió, esta vez sí, ser el protagonista y, encontrándose solo ante Mignolet, definió de una forma exquisita para sentenciar el partido.
El Newcastle consigue su tercera victoria de la temporada, da un respiro al técnico Steve McClaren y empata a puntos ante un Bournemouth que dio la sorpresa el sábado al ganar en Stamford Bridge. La derrota para el Liverpool, por otro lado, supone una oportunidad perdida para acercarse a las posiciones de Champions League.