En diciembre del año pasado, Sam Allardyce fue despedido tras una derrota por 2-1 ante el Bolton. Allardyce sintió entonces que su ayudante Steve Kean le había traicionado para hacerse con el puesto de entrenador. Esta noche, Big Sam estaba en Ewood Park para saborear su venganza.

 

Este miércoles habrá una reunión de la directiva del Blackburn que probablemente concluirá con el despido de Steve Kean tras 38 partidos, en los que solo ha logrado siete victorias.

 

Es probable que Kean se sienta aliviado cuando le despidan. Al final, todos estaban ya en su contra. El periódico local, el Lancashire Evening Telegraph, pidió su destitución, igual que sus aficionados desde hace meses.

 

Owen Coyle, en cambio, respira un poco tras la victoria. Consciente de la importancia del encuentro, dejó a Kevin Davies en el banquillo, un futbolista que es toda una institución en el club, toda una declaración de intenciones.

 

Fue otro Davies, Mark, quién adelantó al Bolton tras solo cinco minutos. La defensa del Blackburn está en cuadro, con Gaël Givet y Scott Dann lesionados, y Kean lo empeoró apartando a Míchel Salgado del equipo debido a que se acerca al número de partidos que le valdrían una renovación automática de contrato. Todas estas bajas se notaron. El pasado sábado, Morten Gamst Pedersen jugó como lateral izquierdo por primera vez en su vida, una pésima decisión. El noruego fue responsable del tanto de la victoria del West Brom entonces y no estuvo ni siquiera cerca de David Ngog este martes cuando el exdelantero del Liverpool se adentró en el área y pasó a Davies, cuyo duro disparo batió a Paul Robinson.

 

El Blackburn tardó 34 minutos en organizar un ataque con cara y ojos, pero Simon Vukcevic acabó disparando al lateral de la red. Para entonces, el Bolton ya ganaba por 0-2, después de que Nigel Reo-Coker intercambiara pases con Martin Petrov y finalizara la devolución del búlgaro. El centrocampista gozó de un espacio enorme entre Grant Hanley y Pedersen.

 

En la reanudación y con todo perdido, los jugadores del Blackburn dieron un paso adelante. Yakubu, cuyos cuatro goles salvaron a Kean de un despido casi seguro contra el Swansea City a principios de mes, se deshizo de Gary Cahill y batió a Jussi Jaaskelainen con mucha clase. De repente, apareció el fantasma de un empate que podría haber condenado a los dos técnicos y que el Bolton no experimenta desde febrero. Pero al final, el Bolton hizo buena la estadística que dice que esta temporada, cuando se adelantan en el marcador, acaban ganando el partido. Esta ha sido solo la cuarta vez, pero suficiente para que Coyle conserve su trabajo pasada Navidad. Posiblemente, más de lo que podrá decir Steve Kean.