Quico Muñoz

Y entonces llegó Kane

No hay duda ya. Es el hombre de moda de la Premier League y la gran esperanza de su equipo, el Tottenham, y de su selección, la inglesa. En un momento en que los Three Lions padecen de una sequía de talentos histórica, la aparición de alguien como Kane es un oasis en el desierto. Y es que 19 tantos en liga, y 28 en total, es una carta de presentación asombrosa.

 
Harry Kane es el máximo goleador de la Premier League, solo igualado por Diego Costa, un jugador fichado por el Chelsea a cambio de 30 millones de libras en verano. Pero lo curioso de Kane no es esto, lo curioso de Kane es su irrupción. Nadie lo vio llegar, nadie lo vio venir, y de repente está compitiendo con jugadores como el mencionado Costa y Agüero por ser el pichichi de la Premier League. Porque aunque ha sido un habitual en las categorías inferiores de la selección inglesa jamás ha destacado por su aportación goleadora; ni en la selección, ni en el Tottenham, ni en ninguna de las cesiones que ha vivido desde 2010 y que lo han llevado a recorrer la League One, la Championship y la Premier League. Buenas actuaciones, sí, pero acierto goleador poco.
 
Y es que “Hurri-cane” recuerda, en cierta manera, a jugadores como los españoles Raúl González o a Paco Alcacer, a estos futbolistas que los ves jugar y no parecen tener nada hasta que tocan el balón dentro del área y acaba entre los tres palos. Ese inmaterial, ese gol que solo los elegidos tienen y que tan importante es en este juego. Decía alguien que “El gol se paga” y este chico tiene cantidades de ese gol. Con esto nace una duda, importante, ¿Sera capaz el Tottenham de retenerlo? Eso es algo que no vamos a discutir aquí.
 
Y es que yo en realidad quería hablar de otras cosas. La primera y más importante, y creo que no soy el único que lo piensa, es que tengo serias dudas de que esto no sea simplemente una buena racha. De irrupciones estelares y caídas a los infiernos está el futbol lleno, bueno, el futbol y otros deportes. Los picos de forma pueden marcar la carrera de cualquier deportista, y un gran momento que no se mantiene en el tiempo acaba en fracaso. Por supuesto, puedo equivocarme, hay motivos también para creer que esto puede ser el inicio de algo mejor, por poner un ejemplo: hasta hace nada era considerado como segundo punto o delantero caído a banda, quizá era un simple problema de situación. Simplemente cerca de la portería es mejor, ocurre a veces. ¿Es este el caso de Kane? Solo el tiempo lo dirá.
 
La segunda reflexión, quizá más general, es referida al futbol inglés en general. La llegada de Kane ha ilusionado no solo a los aficionados del Tottenham, sino a todos los aficionados ingleses, que esperan la llegada de un nuevo talento inglés como agua de mayo. El problema que hay con estos talentos ingleses es que el bajo nivel del resto hace que cualquiera sea elevado a las alturas. Y es que la Premier League, con su importación de talento extranjero, evita la llegada del jugador inglés a las cumbres salvo milagro. Ejemplo es Kane, tapado por Soldado y Adebayor el año pasado, disputando los minutos de la basura. Y esto es algo que la FA y la Premier necesitan solucionar si quiere que la selección inglesa sea competitiva.
 
Pero bueno, esto es algo que el tiempo decidirá. Por ahora Harry Kane y los aficionados del Tottenahm pueden seguir disfrutando de su buen momento de forma y los ingleses soñar con la nueva hornada de jugadores que llega. Los Oxlade-Chamberlain, Sterling, Barkley o Kane son jugadores capaces de aumentar el nivel de Inglaterra en un futuro. ¿Pero lo suficiente? ¿Son tan buenos o solo los mejores en la mediocridad? Eso es algo sobre lo que el futbol inglés debería reflexionar.
 

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Quico Muñoz