Después de que se le escapase el ascenso directo al Preston en la última jornada al perder en campo del Colchester United, tuvieron que intentarlo a través del play-off. Tras caer hace un año en las semifinales del mismo, el Preston estaba prácticamente obligado a lograr el ascenso. En las semifinales de esta temporada derrotó al Chestefield fuera de casa por 0-1 y en la vuelta selló el viaje a Wembley al vencer por 4-0 a los Spireites.
El Swindon Town llegaba a Wembley en otras circunstancias. Tras realizar una fantástica temporada finalizando en el 4º puesto de la clasificación, el hecho de estar jugando esta final era, en la opinión de muchos, ya de por sí un gran éxito para el conjunto de Mark Cooper. En las semifinales se impuso tras vencer por 1-2 en el feudo del Sheffield United. Y en la vuelta, en un partido surrealista a la par que épico, se alzó con el pase a la final tras empatar con un marcador final de 5-5.
Ambos salieron con fuerza e intensidad al campo para disputar la final. Y al minuto 4 de juego, los Lilywhites consiguieron ponerse por delante en el electrónico. Jermaine Beckford, con más fuerza y determinación que el resto, cazó un centro desde la banda izquierda que remató con su pierna derecha para marcar el 1-0.
Teniendo la tranquilidad de ir un gol por delante, los chicos de Simon Grayson no se preocuparon de llevar la iniciativa del balón, prefirieron dejar que lo hiciese el Swindon, mientras que ellos presionaban la circulación del esférico por parte de los Robins, para salir al contraataque bien en conducción o bien por medio de desplazamientos en largo desde atrás con la intención de buscar a Beckford.
Minutos más tarde, el atacante del Preston Paul Gallagher botó un córner que fue despejado por el Swindon y que le volvió a caer a él, que centró de nuevo y esta vez, llegando en carrera desde atrás, el central Paul Huntington remató y marcó el 2-0 para los del noroeste. El partido se ponía muy cuesta arriba para el Swindon que, además, entre los dos goles tuvo que retirar a su defensa y capitán Nathan Thompson por lesión. Entró en su lugar el ilustre Sam Ricketts.
El Swindon tocaba, salía con el balón jugado, buscando muchas veces hacer daño por las bandas con sus carrileros Nathan Byrne (por derecha) y Harry Toffolo (por izquierda). Pero por mucho que lo intentaban, los chicos de Mark Cooper no encontraban el camino a portería. Después, en la ocasión más clara del partido para ellos, el delantero Michael Smith remató fuera un centro de Byrne. Y esto les costaría caro, ya que prácticamente en la siguiente jugada Beckford marcó el 3-0 que dejaba el partido visto para sentencia.
La media hora de juego final transcurrió sin mucha más historia. Algunas ocasiones para ambos bandos y el partido tocó a su fin. El arbitró pitó el final y el Preston era equipo de Championship. Los jugadores subieron las míticas escaleras de Wembley para alzar al cielo de Londres el trofeo de campeones del play-off. Un estelar partido (puede que el mejor de su carrera) del experimentado delantero jamaicano Jermaine Beckford concede el cuarto ascenso a uno de sus máximo valedores, el entrenador Simon Grayson, que tras ascender con Blackpool, Leeds United, Huddersfield Town y ahora el Preston buscará con éste último lograr el ascenso que todavía no ha conseguido, el ascenso a la Premier League.