Si finalmente el Manchester United se alza con el título de liga, podrá echar la vista atrás y recordar este partido como una de las claves. El equipo de Sir Alex Ferguson sigue la estela del Manchester City y cada semana cobra más importancia el derbi que disputarán estos dos equipos el 30 de abril.

 

Siete de los ocho partidos del United hasta entonces son contra equipos de la mitad baja de la tabla y los «red devils» transmiten la sensación de que saben lo que hacen, de que no sienten el vértigo de las alturas. Quizás han jugado mejor esta temporada pero no deja de ser admirable que se hayan deshecho del tercer clasificado con tanta facilidad jugando uno o dos escalones por debajo de su mejor nivel.

 

En la primera parte, el United fue inferior a su rival y tuvo suerte de llegar al descanso con ventaja. Y el 0-3 pareció un resultado totalmente irreal. Pero es sorprendente cómo este equipo puede soportar la presión para luego acercarse al área rival y castigar a su rival por su falta de pegada.

 

«Dominamos y fuimos mejores», dijo Harry Redknapp, técnico de los Spurs. «Nunca vi a Alex tanto tiempo de pie». Ferguson superó esta tarde a Sir Matt Busby con su partido 986 al frente del club.

 

El partido cambió un minuto antes del descanso, cuando Wayne Rooney cabeceó un córner de Ashley Young tras un error de Kyle Walker, que perdió su marca. Hasta entonces, los Spurs habían sido mejores. Jake Livermore y Sandro no permitieron que Paul Scholes y Michael Carrick dictaran el ritmo en el centro del campo, y no pareció que los locales echaran de menos al sancionado Scott Parker o los lesionados Rafael van der Vaart y Gareth Bale.

 

David de Gea siguió mostrando signos de mejora tras detener un disparo de Livermore desviado por Adebayor a los 52 minutos. Poco después llegaría la primera fase de dominio del United, que concluyó con dos goles de Young en nueve minutos.

 

El primero fue un disparo cruzado con la derecha y el segundo fue todavía mejor. Young lanzó un disparo lejano que se coló por la escuadra de Friedel.

 

Con 0-3 fue evidente que la racha de partidos sin ganar de los Spurs ante el United se ampliaría hasta los 26 partidos. Su última victoria fue en mayo de 2001. Y lo que es más preocupante, los Spurs solo han logrado ocho puntos en sus últimos siete encuentros. El Arsenal, cuarto, ya solo está a cuatro puntos.

 

La jugada polémica llegó a los 37 minutos, cuando el árbitro Martin Atkinson anuló un gol de Adebayor por manos. Adebayor empujó el balón sobre la línea después de que el disparo de Saha golpeara en su estómago y luego en el brazo izquierdo. La decisión fue «rigurosa», como dijo Redknapp, pero posiblemente correcta.

 

Ya al final, un mal pase de Ryan Giggs permitió a Jermain Defoe marcar con un potente derechazo. Para entonces, el United ya había dejado claro lo difícil que será para el City ganar la liga.